Hoy, después de unas semanas de pausa, se juntaron las vacaciones de invierno con la visita del abuelo y abuela patrulla, hemos vuelto al cole.
El primogénito ya llevaba con su rutina una semana, gracias a los madrugones de su abuela, que le ha llevado y recogido, puntualmente cada día; y ha escuchado atentamente las charletas de la profa. Pero los otros dos... entre unas cosas y otras llevaban casi 20 días sin pisar "el cole de pequeños", así es como lo llaman, debido a la corta edad del resto de los asistentes, pobres míos, se creen tan mayores....
A las 9.00 en punto ya estábamos en la puerta, otros días llegamos algo más tarde, nos hacemos los remolones por el camino: nos entretenemos con esto y con aquello, observamos los quitanieves por el paseo, los trenes pasar... pero a -10 grados que había esta linda mañana... no era plan de arriesgarse más de lo necesario. A esa hora no había nadie ajeno al centro, una educadora. No niños, no niñas, no madres, no más personal docente. Eso ha servido para que pudiesen trastear y corretear a sus anchas con las motos, sin riesgo de atropellar a nadie.
Al pobre medianillo, las motos ya le quedan algo cortas, pero a falta de bicicleta... bien vale una moto. Bici, tenerla la tenemos, la de Spiderman, herencia de Jorge, en la mudanza entraban las cosas más insospechadas, pero aún no me ha parecido conveniente sacarla, no tenemos ruedas de invierno ni cadena líquida, ni respondo de la movilidad de mis chicos con tanta ropa puesta.
Pues eso, solos solucos hemos estado un buen rato, luego ha llegado una madre con un niño y dos niñas; me ha sorprendido gratamente la edad de los nuevos miembros (entre 3 y 6 años) y sobre todo... me ha relajado mucho ver que ellos, también gritan, también desobedecen, también se hacen los sordos cuando les conviene y que las madres locales también les tienen que regañar. Es una tontería, pero como hasta ahora les veía a todos tan pacíficos y formales... Poco a poco se ha ido animando la situación, han ido llegando más niños y más niñas entre cuatro y seis años, también estaban los bebes, había ruido por todas partes, algunos más tranquilos, otros más agitados... pero había bullicio, como debe de ser.
Mis pollos a lo suyo, una vez cansados de hacer una y otra vez el circuito que habían inventado para las motos, han dejado la actividad (mejor) y han empezado a jugar con los quitanieves, coches y garajes, y así... entre eso y unas cancioncillas en el idioma local...hemos llegado a las 11.00, hora en la que salimos en dirección al cole del mayor. No está tan lejos, pero debemos contar con el tiempo que tardamos en vestirnos, el que tardan en hacerse los remolones, arrancar definitivamente, en hacer las correspondientes paradas de mira una ardilla, espera que pasa el tren, mira mira otro quitanieves, espera que te tiro una bola...., ¿podemos parar en este parque?.
Hoy hemos tenido un día intenso, había que intentar no extrañar ausencias. Hemos estado "tendiendo palabras", consiste en poner una cuerda de punta a punta, y con minipinzas colgar fichas/recortables que he preparado con las criaturas en las que aparecen animales, alimentos u objetos escritos tanto en español como en finlandés; de esta manera... cuando me preguntan algo... no tengo que ir al traductor internauta ni al diccionario (sí, se siguen usando los diccionarios de papel), me basta con mirar acá o allá y buscar la palabra exacta. Así.... aprendemos todos y tenemos la casa que parece una Verbena, con sus luces y farolillos.
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3 comentarios:
me encantaría saber cómo vive el mayor el cole... ¿se siente integrado?¿tiene amigos?¿dice ya algo en finés?...
El mayor en el cole:
los lunes va algo nerviosillo, pero sale contento.
Todos los días aprende alguna palabra nueva que luego repetimos en casa hasta la saciedad, son palabras como leche, cuchara, tenedor, agua, nombres de animales, comidas; alguna canción; juegos;los números los aprendió antes de ir al cole, con su padre en casa, sabe contar hasta 100, más que yo.
Lo de jugar con otros niños va algo más despacio, ayer y hoy han sido los únicos días que ha jugado con ellos de verdad, todo el día. El resto de días.. si le preguntabas que por qué no jugaba.. decía.. que prefería quedarse tranquilito.. viendo como juegan...
Va poco a poco, son muchos cambios; acaba de cumplir su primer mes de colegio; lo que no entiende bien es porqué juegan tanto y trabajan tan poco, extraña el día a día del cole de Madrid; dice que un cole que es sólo para jugar es un cole de bebes. Falta de costumbre. Según avance el idioma lo irá disfrutando más.
Entra contento y sale contento.
Come poco, la comida del cole no le gusta mucho, pero bueno... habrá que irse adaptando, reeducando a las papilas gustativas.
En casa.. por las tardes.... tiene días mejores y otros peores; está más irascible de lo habitual; normal, tendrá que expresar con gestos y actos lo que no sabe/puede expresar con palabras.
Aprovecho el ratito el que sus hermanos duermen la siesta para hablar con él, achucharle, leer...
tiempo al tiempo.
El medianillo llora, quiere ir al cole de mayores con su hermano mayor.
con que penuca me has dejado... snif...
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