jueves, 30 de julio de 2020

Sönderlangvikin museo

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Es un caserón enorme con unas vistas estupendas. Más bien parece un palacete,  en los jardines resaltan las cariátides también mirando al mar.
El paisaje hasta aquí es precioso, con las islas, las rocas, y si tienes suerte con el tiempo, hasta el cielo puede estar azul, eso sí, hace una rasca que no veas.






viernes, 24 de julio de 2020

Tauko terveisiä

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martes, 21 de julio de 2020

Käsnäs. Finlandia

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Parece que esté en el fin del mundo, pero nó, está al suroeste del país. En un archipiélago de islas. Es el último pueblo conectado por carreteras. Llegados hasta aquí, si quieres seguir saltando de isla a isla, o tienes barco o pagas ferry.

 Es un viaje bonito, muy recomendable en verano, a poco menos de 3 horas de Helsinki, que en nuestro caso fueron más porque íbamos parando en calitas o sitios chulos.
Se puede ir por la carretera de la costa en dirección Hanko o también puedes ir por la carretera de Turku en dirección Salo. Como no teníamos prisa fuimos por una y volvimos por la otra.
Islas y más islas, bosques y más bosques, paisajes preciosos, puentes flotantes y gente pescando, casas de madera roja, madera amarilla, madera blanca y muchos banderines blanquiazules.

 Al llegar allí barcos, muchos barcos, un par de restaurantes y el mar.
fue un viaje fácil, fue un viaje bonito.

lunes, 20 de julio de 2020

objetos perdidos.

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Es bastante común por estas tierras del norte encontrarte arbustos, bancos públicos, columpios y farolas con guantes, gorros de algodón y otros enseres esperando a que sus dueñxs vuelvan a recogerlos.
La gente se los olvida y cuando una persona extraña se lo encuentra en su camino, procede a colgarlo en algún sitio visible a los ojos humanos.
Si no es tuyo no te lo llevas,.¡Cuántos guantes, gorros y manoplas hemos recuperado de esta manera!.
Si el objeto extraviado son llaves o teléfonos, la gente deja un cartel en el sitio que lo encontró o en las papeleras cercanas donde deja un número de teléfono o lugar de referencia para ir a recogerlo (suele ser la biblioteca o supermercado más cercano).
Recuerdo un fin de semana que nos dio por ir a jugar al patio del cole de los pollos, (eso también es genial que los patios de los coles sean de uso público hace que se multiplique por mucho el espacio público para jugar); pues allí estaba el balón de la foto, lo vimos y jugamos con él el viernes, el sábado, sorprendentemente seguía en el mismo sitio el domingo, y el lunes supongo que algún alumno de 4A (según marcaba la pelota) lo devolvería al aula.
Pues ahí se quedó viernes, sábado y Domingo, nadie se lo llevó. 

sábado, 11 de julio de 2020

Composteando

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Llevamos un año haciendo compost. La dinámica inicial era acumularlo durante la semana y el fin de semana y vacaciones llevarlo a su cajica compostera hecha con vigas viejas y retales madereros, pero llegó el covid-19, nos quedamos en casica sin
movernos y dolía horrores tirar tanta cosa aprovechable así que, pensando que el confinamiento serían unos días, un par de semanas, hasta Semana Santa decidimos ir acumulando restos de frutas y verduras en un cubo de basura en la cocina.
Como la cosa se alargaba y 5 piezas de fruta por 6 inquilinos más la verdura y hortalizas correspondientes son mucha tela tuvimos que ampliar la zona de compos a la terraza y reutilizar un cajon que usabamos para otro menester. Como la cosa se alargaba aún más pasamos de un cajón a dos y para acelerar el proceso picaba el material antes de verterlo. Sandía, melón, patatas, naranjas limones, puerros, manzanas, peras, kiwis, tomates, calabacines, pepinos, pimientos, zanahorias, aguacates, plátanos y cáscaras de huevo entre otros han formado parte de nuestra dieta y en consecuencia de nuestro compost.
Por momentos y sobre todo al ver que necesitábamos un segundo cajón, llegamos a pensar que se nos iba a ir de las manos (olor, tamaño, mosquitas), pero el proceso ha salido bien; lo hemos tenido que remover un par de veces al día, mezclado con sustrato universal y hubo un momento que tuvimos que comprar el serrín que se da a los conejos y hamster para que absorviese la humedad. Casi lo perdemos, pero siguió adelante.
Cual sería nuestra sorpresa, cuando cuatro meses después de nuestra última visita, en la compostera de madera nos encontramos tres tomateras que habían salido solicas y crecido mas de un palmo durante nuestros 4 meses de ausencia.
Si es que necesitamos más nosotrxs a las plantas que ellas a nosotrxs.





viernes, 3 de julio de 2020

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