extrañas costumbres

Por muchas vueltas que le doy... hay cosas a las que no encuentro sentido.

• Plátanos: En el supermercado los rocían. Cuando les vas a comprar te les encuentras en el expositor... con unas gotitas de agua, como si les acabase de caer el rocío de la mañana. Quedan muy bonitos, pero es poco práctico, porque cuando luego sales a la calle con la temperatura en negativo... ese agua no les viene nada bien. y si llegas a casa y al sacarles de la bolsa se te olvida secarles... si les deja fuera de la nevera, bien, pero si les metes... se quedan negros en un periquete.
• Pepinos. Les venden por unidades, son finitos y largos como un calabacín. están envueltos con papel transparente de cocina, parecen poco apetitosos. 
• Los precios de algunas frutas y verduras, en muchas, pero que muchas ocasiones, los precios no aparecen por KG, sino por 500 g. o incluso por 250g.  ¡Qué pillines!!. y luego dicen que los pícaros somos nosotros....
• La gente en los espacios cerrados transitorios (tren/supermercado), no se quita nada de ropa, ni se desabrocha. Como mucho... las manoplas/guantes. Entras al super y todo el mundo abrochao hasta el cuello, con sus gorros....; en el tren igual, no se desabrochan ni nada... Virginia, me acuerdo de tí cada vez que lo veo. Nosotros montamos un circo cada vez que entramos y salimos, desabrochar monos, fuera manoplas, fuera guantes, ....; llevo una mochila cuya única función es recopilar periféricos (manoplas, guantes, bufandas y otros accesorios).
• No se despiden en el umbral de la puerta, o dentro... o fuera de una puerta.

Supongo que en España también tendremos nuestras "extrañas costumbres", tan interiorizadas que no somos conscientes de ellas.

Nota de la autora: una vez más reitero lo dicho en otras ocasiones, lo que aquí escribo no pretende ofender a nadie, es tan sólo una observación.

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