jueves, 30 de agosto de 2018

los 1000 y más. Lagos de Finandia

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 Entre lagos y bosques hemos pasado mucho tiempo los últimos años.
Justo hace 5 años de lo que ha sido hasta ahora nuestro verano más numeroso en visitas,creo que llegamos a juntarnos 15 personas en casa (entre camas y colchones). Estábamos por aquel entonces algo "verdes" en todo lo relacionado con Finlandia, así que aprovechamos esas primeras visitas para hacer kilómetros (andando, en bici o en coche) para explorar el país.
Nos hicimos una ruta preciosa recorriendo lagos y explorando bosques. Luego, poco a poco hemos descubierto que a veces no hace falta irse tan lejos para descubrir rincones bonitos; algunos los teníamos bien cerquita de casa (claro que no los habíamos visto porque de los 8 meses que llevábamos en el país casi cinco habían estado congelados y cubiertos de nieve).
El caso es, que si vas de turismo a Finlandia, si vas con el tiempo justo, coge el mapa y verás que hay playas y lagos estupendos a los que puedes llegar  en metro y una caminata y si le das al pedal, alquila una bici (merece la pena) y descubre los lagos.
¡Mira que preciosidad desde Espoo!!
Gracias Susana

martes, 28 de agosto de 2018

Desde tu ventana. Arcoiris doble

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¡Qué pena más grande haberme perdido este superarcoiris doble!, me lo manda Laura. Así de bonito se veía desde la ventana de su cocina.



domingo, 26 de agosto de 2018

Diseñando un marimekko

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Ya he hablado muchas veces de la importancia que dan a "sus cosas" por estas tierras del Norte. Se autopromocionan, se venden bien, y se animan hasta decir basta. Sí, trabajan mucho la protección de sus productos, ideas, diseños. Prueba de ello es este dibujo: responde a un proyecto en el que lxs niños tenían que diseñar un dibujo para una tela Marimekko. Qué rabia me da haberme enterado tarde, seguro que han estado expuestos por los pasillos del centro todos los trabajos del resto de alumnxs. Me habría encantado verlos.
Aquí os dejo una muestra de lo que diseñó un niños español residente en Finlandia.
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martes, 21 de agosto de 2018

Entre aeropuertos

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Tengo la sensación de haber vivido una y otra vez la misma escena, como en la película de "el día de marmota", lo único que cambia es que mis hijos cada vez son más grandes. El resto sigue siendo igual: mismas maletas, mismos aeropuertos, mismas fechas, mismos sentimientos.
Me gusta viajar, me encanta.
Disfruto planificando la ruta, reservando vuelos, leyendo guías o blogs correspondientes, preparando la maleta con los pollos. Me gusta.
Pero no sé que me pasa, y con los años  y la experiencia en lugar de mejorar va a peor, que 24 horas antes de zarpar me entra el canguelo. Si el padre de las criaturas va en el pack de viaje me relajo un poco más, pero si voy yo sola con los cachorros se mete en mi cabeza la frase que tantas veces oí a mi abuela:"pero quien te manda a tí ir a ningún lado, con lo bien que se está en casa. Es que esta chica es un culo inquieto". Y me acuerdo de mi doña Fran y pienso, ¡ay que razón tienes abuelica!, ¿quién me mandaría a mí?, ayúdame un poquito, por favor.
La operación maletas no me preocupa, los pollos suelen hacer la suya y si hay que llevar algo concreto, lo preparo con gusto. Las peso, las repeso, y dejo algo de margen para imprevistos de última hora y no infartar al padre de mis hijos cuando la máquina dice que nos hemos excedido de peso.
Solemos ir con poco equipaje, si al final siempre nos ponemos lo mismo, algo de repuesto y el resto del espacio suele ir destinado a las viandas que viajan con nosotrxs: del Norte al Sur, somos embajadorxs de la dieta nórdica y del Sur al Norte promocionando los productitos de la tierra.
Pero volviendo al viaje: el día previo a salir, sobre todo si es un vuelo, las fieras huelen mi nerviosismo y también se inquietan. Todxs intentamos disimular pero la tensión se huele, ellos hacen tonterías y yo salto a la mínima.
Luego llegan las horas previas al vuelo, cuando les da por preguntar miles de cosas sobre las maletas, lo que va dentro, lo que se queda, lo que vamos a hacer, quien lleva cada cual, donde está aquel muñeco diminuto de lego que me quería llevar o cualquier otra cosa que para mí es una chorrada pero para ellos es importante. Ese es el momento que más me cuesta, porque tengo que hacer un esfuerzo sobre humano por sonreír y no transmitirles mi estado, que si las fobias y los miedos se aprenden por observación, las neuras absurdas de una madre también.
Una vez en el aeropuerto los momentos de tensión puede ser varios:
- La facturación, que la mayoría de las veces es autoservicio y aún siendo enemiga de las maquinas no me queda otra que hacerlo. Maquinita, datos del vuelo y a imprimir tarjetas de embarque demás.
- Luego está el control policial, prueba superada, sobre todo ahora que ya he aprendido que tengo que sacar además de los aparatos electrónicos el queso y la masa de empanadillas "la cocinera".Además los pollos saben perfectamente como manejarse y lo colocan todo fenome.
- La espera en la puerta de embarque, si no fuese por mis hijos (que cuando quieren son unos
benditos) se me haría eterna, sobre todo cuando las azafatas empiezan a inspeccionar cuantos bultos lleva cada miembro del pasaje. Y es todo un absurdo, pues prisa no hay ninguna por subir, que hay sitio para todxs. Yo creo que la culpa la tienen aquellos cines de la infancia con la entrada no numerada, jajaja.
Pero mis pollos, ajenos a todo, allá donde van montan su timba a pie de mostrador, con cartas, juegos de dados, o construcciones varias. Felices en su mundo de yupi.
Yo, hasta que no estamos todoxs sentadxs y con los cinturones puestos, no me quedo tranquila.

domingo, 19 de agosto de 2018

pescaito fresco

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Les encanta pescar, y parece que este año la pesca se está dando de maravilla a juzgar por las fotos que nos ha mandado un amigo.
El pez en cuestión es bastante feo, espero que sepa mejor de lo que aparenta.
Es pez  de lago :-)

martes, 14 de agosto de 2018

Después de la tormenta

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Salió el sol

domingo, 12 de agosto de 2018

Haz tus propios pantalones. Seguimos reciclando.

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Siguiendo con la entrada del otro día, estoy lanzada con los pantalones y poco a poco me he ido animando con otras cosillas. ¡Más difícil todavía!, ahora con telas en primera vida.
La verdad es que no es que sea más difícil, es igual porque el patrón a seguir es el mismo. Es más rápido y como las telas siguen siendo del montón de retales de la tienda sigue siendo bastante barato.

1- Con los primeros, lo que hacía era poner uno de mis pantalones sobre la tela, marcaba y luego cortaba. Ahora he sido un poco más avispada y en vista de que mis hermanas también han hecho sus pedidos me he hecho mi patrón de emergencia con papel de periódico o con resquicios del rollo kilométrico que teníamos de papel de cuando los pollos se pasaban los días pintando con pintura de dedos. Aquí si se puede evitar la compra, se evita, vamos dando salida a todo lo que aparezca por armarios y cajones.
2- Marco cuatro trozos de tela iguales por parejas dos a dos.
Sobrepongo las parejas de manera que las partes que correponde al derecho queden juntas cara a cara y coso por el revés.
3- Coso todo menos la parte del culo, pues es por ahí por donde uniré los pantalones.  Para unirlos hago lo mismo, cosiendo el tiro del pantalón de manera que coincidan derecho con derecho, es decir, siempre coso con la remalladora por el revés.

4- Una vez montado el pantalón le coso el elástico en cintura y pierna para cerrar como si fuesen puños. jeje, lo de cerrar abajo como si fuese una manga lo hacía porque no sabía usas la máquina normal, así que no podía coser el bajo y así quedaba bastante molón y me ayudaba a pasar el bache.
¿Qué pasó con esto pantalones?, que noeran para mí, así que como a la dueña la quedaban un poco justos, decidí poner una cuña en los laterales y ya de paso se me ocurrió poner los bolsillos.


¡TACHAN!!!

Y como ya he dicho más veces que en esta casa no se tira nada....., cuatro pantalones, cuatro retales, con esto hice un pantalón a cachos con telas en primera vida;).
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miércoles, 8 de agosto de 2018

Bosque Finlandés

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Sí, nos hemos encontrado este paisaje tan estupendo en plena sierra de Madrid.
Lago, bosque y sauna ¿se puede pedir más?, y cuando en alto dije ¡faltan los abedules!, empezamos a buscarles y aunque muy flacurris ya se estaban haciendo sitio.
Precioso lugar, habrá que volver en otoño y sobre todo cuando caigan las primeras nieves.

sábado, 4 de agosto de 2018

Automatic

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He alucinado. 
Bauhaus. Sábado por la tarde. La que suscribe sola solita en esa nave industrial.
Operación tapa de taza del váter.
Llevaba los deberes hechos y lo había mirado antes en internet. No, miento, él lo había mirado antes en internet (porque su teléfono es mejor que el mío, que funciona solo los días impares, pero me niego a cambiarlo, mientras sirva para llamar, el resto de aplicaciones son secundarias)
Pues eso, que a pesar de saber qué tenía que comprar flipé ante tanta variedad. No solo de colores, y precios, también de prestaciones. Sí, una tapa de taza de váter tiene prestaciones. Materiales, vale. Colores también. Diseño,  ahí había poca variedad. Pero luego había tapas automáticas de alta gama (que no hacen ruido al caer y bajan lentamente, una bajaba tan lento que cronometré los segundos por curiosidad- lástima no haberlo apuntado. Se me ha olvidado, se resume en eteeeerno-. Luego otras, que por el precio supongo serían de baja gama con mismo sistema de no ruido pero al no tener "prestación autimatic" bajaban más rapidito.

Hasta las hay con leds a los laterales. ¡Leds!Ahora sé que vivo en un país en el que los portales son sota, caballo y rey (solo he visto tres modalidades), las puertas tres cuartas partes de lo mismo y las distribuciones de los pisos idénticas, pero me complace ver que hay posibilidad de tener tapa de taza de váter distinta del resto del vecindario.