Cuando rastreamos una zona lo hacemos a fondo. Asi que sigo con la retahíla de pueblos ubicados en la carretera .
Este lugar se llama Matilda, y al igual que otros de los que hablado últimamente tiene lago, acceso directo al mar: con su playita y su puerto mono, tiene bosque frondoso y preciosas casas restauradas o en proceso, siempre respetando la estructura original.
A falta de parque megachulo, para la manada, tienen una pista de tenis que debe llevar sin arreglarse desde los años 80. Yo pensaba que estaba abandonada, pero no, aunque en la primera vuelta estaba vacía, cuando pasamos la segunda vez había jugando un grupo de amigos bien equipados. Las raquetas eran del siglo XXI, y menos mal....porque si llegan a ser de madera habría sido como viajar en el tiempo.
El pueblo es bonito, me recordó bastante a algunos pueblos de la Sierra Norte de Madrid.. Por primera vez en mucho tiempo vi caserones de piedra. Enormes caserones, con previosos jardines y con olor a infancia. El olor de aquel lugar, de aquellos árboles me resultaba familiar.
1 comentarios:
Lo mejor sin las lamas del final!
=)
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