Así es como llaman a esta escultura de Tommi Toija.
Es una escultura de hormigón de más de 8 metros de altura, más de 7 toneladas, color rosado y una cara que da miedo.
Ahí está tan pancho el chaval, haciendo un pis interminable en el Báltico, dando la espalda a la catedral ortodoxa y frente a la plaza del mercado, kauppatori, viendo como toman pescaito frito, paella teñida y sopa de salmón tanto turistas como locales.
¡Madre mía!, si llega a ser un humano en lugar de una escultura le ponen una multa que le deja tiritandito. Menos mal que en breve se la llevan al museo; hay quien dice que para protegerla del frío, otra gente que porque dos meses era el tiempo estipulado; hay quien está triste y otras tantas que están dando saltos de alegría.
Aquí van dos enlaces de dos noticias publicadas en el HS, pincha el enlace, tarda unos segundos en cargar el vídeo. El primero es de "cómo se hizo",
Jättimäinen pissapoikaveistos suunnitteilla Kauppatori
el segundo de "cómo la instalaron en la plaza"Jättimäinen pissapoikaveistos pystytettiin Helsingin
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