Un año ha pasado ya desde que aterrizamos en tierras finesas. El 7 de Enero de 2013 poco después de las tres de la tarde aterrizó nuestro avión. Llegué con mis tres cachorros y hermana 5, sin cuya ayuda el viaje habría sido más complicado, menos divertido y probablemente, nuestra maleta extraviada nunca habría llegado a aparecer; porque entre los nervios, cansancio acumulado de los días previos, tensón del momento, desconocimiento del idioma local y bloqueo mental de la lengua inglesa....no creo que hubiese encontrado fuerzas ni sabiduría para poner una reclamación en condiciones.
Aquel día, mientras nosotras íbamos en taxi a lo que hoy es nuestra casa, el padre de mis pollos nos esperaba en alguna puerta del aeropuerto, fue sin avisar; no escuchó las palabras de mi padre "mejor no dar sorpresas que luego es quien las da el que se las lleva y no siempre son agradables", hemos aprendido la lección.
Hace un año en este país hacía un frío que pelaba, todo estaba cubierto por varios palmos de nieve; de hecho pasamos más de cuatro meses sin ver césped ni hierbajos; y hasta el mes de mayo no descubrimos que teníamos arenero en el parque.
Un año después:
- Los tres pollos están escolarizados en el mismo centro y aunque hablan finlandés con su particular construcción gramatical, se comunican y entienden mejor que yo. Según ellos este idioma es muy gracioso.
- Este endiablado idioma, que entonces me parecía imposible, me sigue pareciendo igual de difícil, pero ya no me suena extraño y puede que algún día......
- He mejorado mucho con el inglés.
- El padre de las criaturas y la que suscribe seguimos sin saber cocinar "comida local", pero el cocido, las lentejas, las judías verdes y el huevo frito con patatas son habituales en casa.
- Las estanterías y muebles que en su día fueron de cartón han pasado a llamarse "billy" (modelo de Ikea), menos exóticas pero más resistentes.
- Sigo sin dejar que mis hijos bajen solos a jugar al parque, bosque o donde sea menester; allá donde vayan ellos van el padre, la madre o ambos; en patinete, patines, andando o bicicleta. Soy una madre "gallina", leona, pero feliz.
- Empiezo a entender cómo funcionan algunas cosas aquí, otras no creo que las entienda nunca.
- El insomnio de los primeros meses ha desaparecido, pero los miedos, aunque adormecidos son los mismos y vienen y van.
- Cuando pienso que estoy aquí me parece surrealista.
- Los cachorros han conseguido su tan ansiada espada láser (la guerra de las galaxias).
- La compra de la semana está bastante controlada: precios, ofertas, establecimientos, productos varios, aunque seguimos llevándonos sorpresas como el "VISCOPEZ".
- Hemos conocido gentes de aquí, de allí, de Oriente, Occidente y de Ultramar. Con distintas vidas e historias que les han llevado a inmigrar.
- Aunque al padre de mis hijos se le sigue rebelando la masa del pan (panificadora) que en España tenía controlada, ya domina a la perfección la de la pizza con la misma máquina. Gracias Elsa.
- Hemos pasado de tardar casi una hora en ponernos los atuendos de salir a la calle a conseguirlo en pocos minutos.
- Un año y pocas horas después.... algunos días estoy encantada de estar aquí, pero otros... me subiría al primer avión sin dudarlo.
- Aunque a veces siento que estamos a años luz, la mayor parte del tiempo realmente siento que FinlandiaNoEstáTanLejos.
- Debo agradecer el apoyo físico, psíquico y alimenticio recibido a través de familiares y amig@s; Las visitas, los refuerzos y los envíos que han ido llegando. GRACIAS.
3 comentarios:
Felicidades por tu primer aniversario en Finlandia.
En caso de felicitación se dice que sea por muchos años. Pero no tan lejos.
Un abrazo desde Madrid.
Eres una valiente.
Aitziber
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