viernes, 24 de enero de 2014

Primera visita de la temporada de invierno recibida; Han llegado sanos y salvos en el vuelo habitual de las 15.30 -hora local-, sin contratiempos; en estos momentos reposan en sus aposentos. Un cuñao y una cuñá, recién llegados de Madrid, con víveres que ya hemos empezado a degustar.
Los pollos les han enseñado la casa, les han recibido con dibujos y flores y no han parado de hablar en toda la tarde. Parecía que les hubiesen dado cuerda, como para contarles un secreto, lo rajan todo; les han contado hasta la historia de la lámpara de su cuarto y de cómo y cuando se la hizo su papá. Los demás hemos disfrutado de una cena hablando un poco de todo entre risas y salmón con el que torturamos en la primera comida, jeje.

Aún no hemos salido de expedición porque a -19 grados y ya anocheciendo no parecía un paseo muy apetitoso.
Mañana pasaremos el día en Helsinki. Probablemente el padre de las criaturas se vaya con los visitantes a explorar la ciudad y yo me quede con los cachorros en el museo de ciencias, que seguro que estamos más calentitos.

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