Llevamos toda la semana horneando
galletas de jengibre como si fuésemos un obrador de San Onofre. Para verlo en
positivo, me lo estoy tomando como un “calentamiento estomaquil” para las
comilonas que nos esperan.
Hemos hecho las galletas
tradicionales. Aunque debo confesar que hemos comprado el paquete en la zona de
congelados con la masa preparada. Sólo hacía falta harina, rodillo, horno en
funcionamiento y unos niños dispuestos. Tras consultar "la receta de la familia Tartufo", cuyo link está más abajo.... no me veía con fuerzas y me faltaban la mitad de los ingredientes, que a saber como se dicen en finlandés.
Hemos intentado hacer una casa de
jengibre. Como aún no tenemos los moldes y de momento me resisto a comprar más
trastos, hemos comprado el kitt, “listo para montar tu propia casa de galleta”.
Dada nuestra escasa experiencia, la casa duró en pie un minuto escaso. 8 manos
inexpertas sobre un mismo tejado …son muchas manos, pero una vez más, los
pollos quedaron satisfechos con su trabajo y disfrutaron tanto haciéndola como
comiéndola.
Si estas buscando la receta de las galletas de jengibre, puedes encontrarla en este link. Pincha y la receta será tuya. ¡Qué aproveche!.
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