Llevamos casi un mes, tres semanas en la nueva casa. Todo está en su sitio, no todo en el lugar definitivo, pero cada cosa tiene su lugar. Sólo hay una caja que se me resiste, "la caja maldita", por desgracia es bastante grande (yo quepo dentro y hay espacio suficiente como para llevarme compañía). El caso es que la caja en cuestión me trae por la calle de la amargura; y lejos de vaciarse cada vez está más llena. Como no encuentro las ganas, ni las fuerzas ni el momento....cada vez que veo purulando algo y no sé donde meterlo....termina en la caja maldita. Así que estoy esperando un milagro o alguna visita sorpresa que me ayude/obligue o fuerce no solo a vaciarla si no a colocar los bártulos que se encuentran en su interior. La última caja.
domingo, 18 de mayo de 2014
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