Cualquier familia que viaje con niñ@s, y sobre todo si vives en el extranjero y viajas a tu país de origen coincidirás conmigo en que hacer maletas es un arte. Un arte y un aburrimiento, cuando tienes que meter un poco de todo sin herir sensibilidades. Llenar la primera maleta si que me gusta, la suelo preparar durante los primeros días, con la emoción de volver a casa, recopilando cosas olvidadas y me encanta llenarla con la ropa que nos pasan los sobrinos y productos no perecederos.
La maleta Helsinki Madrid es bien facilita, los pollos meten la ropa que más les gusta, yo simplemente superviso, algún que otro regalito, mi ropa y poco más. Nuestras maletas cuando vamos al Sur van como las muñecas matruscas, unas dentro de otras y a medio gas, pero al volver.... ahí si que es complicado, es necesario aprovechar hasta el último rincón de la maleta, cada centímetro, cada gramo.
Cuando el vuelo es Madrid/Helsinki vamos a explotar. Poco a poco voy mejorando la técnica, aunque está por perfeccionar, ya no cometo el error de meter el zapato derecho en una maleta y el izquierdo en la otra (en caso de pérdida el daño es irreparable a no ser que te cortes un pie). Pero es complicado y agotador, porque no es posible llevarse tanta cosa buena en maletas de 20/23 (según compañía) y bolsas de mano de 8 Kg.
Los pollos me dan sus últimas adquisiciones, tebeos, y juguetes comprados por l@s abuelo@s patrulla, juguetes de cuando yo era pequeña, zarrias varias que van encontrando por casa, que en un par de días se convierten en sus juguetes favoritos. Luego están las herramientas del padre de mis hijos, la comida y otras pequeñas cosillas, pequeñas cosas que tienen un gran valor cuando estás fuera de casa, puede ser algo tan sencillo como un gel de baño o una pasta de dientes, algo que te ayuda a sentirte más cerca. A viajar con los sentidos.
Estando en Finlandia, cuando cocinando o caminando me doy cuenta de que necesito algo lo voy apuntando en una lista (lista que pierdo varias veces, la verdad es que no se ni para que la hago, si luego se me olvida mirarla). Una vez en Madrid voy a la compra. ¡Cómo disfruto con mi primera visita al supermercado!, llenaría el carro en un periquete, lástima que no entre todo lo que quiero llevar. Como decía mi abuela yo "como con los ojos", así que lleno el carro hasta los topes y siempre hay algo que debe quedar en tierra. Y si en el mismo viaje paso por decathlon,.... no respondo de lo que pueda pasar.
Cuando empieza la cuenta atrás para volver al exilio, cada uno hace su maleta y yo me encargo de encajar los víveres y demás artículos. Una vez en casa, lo primero es que el padre de las criaturas salga de la habitación, sí, eso es indispensable, porque se pone malo malísimo, y leo su mirada cuando me dice "esa maleta supera el peso, repito, esa maleta supera el peso"; igual que mi padre (y abuelo de mis hijos), que se pone a sudar la gota gorda recordando tiempos pasados. Mi padre cambia de color sólo de verme abrir y cerrar maletas, mover los bártulos y clasificar. En cambio mi madre disfruta. SÍ, ella disfruta metiendo cosillas y poniendo cara de pilla cuando ve que superamos el peso."Venga, que no pasa nada, que luego los niños se ponen tan contentos cuando lo vean allí", dice mientras me da una bolsa de chuches, o varias (para poder compensar), cuando trae cientas de tostarica con una sonrisa que no le entra en la cara, o seis ristras de chorizo.
Lo peor suele llegar el último día, pero el último día y en el último momento, cuando te dan una paletilla de jamón que ya no entra en ninguna parte, aparece una novela del tamaño y peso de un ladrillo de la que me antojo y que no me da tiempo ni a leer ni a meter en el bolso, maleta ni equipaje de mano. -Porque otra de las cosas que me pasa cuando viajo a casa es que quiero leer en un mes todo lo que no he leído en todo el año y así me pasa, que por el día hago vida normal, o más acelerada por querer ver a todo el mundo y por la noche me paso las horas leyendo para recuperar el tiempo perdido. En el ultimo mes creo que he leído más de 5000 páginas. Ahora toca la cura de sueño.fi, voy a ivernar como los osos-.
También puede darse el caso de que te des cuenta de que te has dejado alguna cosa que estaba como prioritaria en la lista. Puedo llegar a desmontar dos maletas en un pis pas para compensar o disimular el peso.Aún tengo que perfeccionar la técnica. Y si no es posible, pues se dona a la causa y que se lo coman o disfruten los que se quedan; ¡a nuestra salud!.
En cualquier caso, siempre agradecida tanto por las atenciones como por los presentes recibidos. KIITOS.
miércoles, 8 de julio de 2015
El arte de hacer maletas.
Publicado por FinlandiaNoEstáTanLejos en 19:03
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4 comentarios:
Haha, el problema del peso de las maletas, siempre pasa lo mismo... Ahora, el problema de los regalos de última hora no lo suelo tener, porque ya va descargada de todos los regalos que hemos hecho nosotros.
A mí me encanta hacer las maletas, siempre lo hago el último día. Es como si te entrara ya la sensación de viajar :P
Saludos!
Hola Michan!
Entiendo que no tengas problemas con el sobrepeso en las maletas al volver a casa, vives en Mallorca, jajaja, si yo viviese allí... otro gallo cantaría, con el jamoncito, el chorizo, el fuet,, el queso, el pescaito, y tanta frutica y verdura fresca. Aunque confiesa.... que alguna tableta de chocolate FAZER te llevas de estas tierras del Norte.
¡Acabo de ver que te ríes en finlandés! (HAHA y no Jaja, en Alemania también se ríen como tú).
¡Qué cosa esta de las risas!, deberíamos escribir como suenan las distintas risas del mundo.
¡Saludos y feliz verano si es que aún estás de vacaciones!
Te aseguro de que traigo de todo de Finlandia!! Lo de "alguna tableta" de Fazer se queda corto, suelo traer bastantes. Y tampoco faltan las bolsas de salmiakki, pan de centeno (aunque no para mí), algunas pastas de esas tan buenas que hay, pulla, unos espaguetis especiales que solo he visto por Finlandia... Lo que claro, al final me cabe todo, entre otras cosas porque la botella de alcohol que le llevamos a mi tío en Finlandia ocupaba bastante en la maleta ;)
Lo del "haha" creo que es lo "normal", mientras que el "jaja" solo se dice en castellano. Incluso en catalán se dice "haha", si ahora no voy errado :P
Igualmente, feliz verano!
Saludos!
¡Uhmmmm!!! espaguetis especiales!!!, ¡uhmmm!!! ¿sólo los has visto en Finlandia?, eso hay que probarlo.¿qué marca son?, ¿dónde los compro?.
Jejejeje, salmiakki también le llevo a mi madre, :).
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