martes, 4 de diciembre de 2018

Finlaysom. Las incongruencias de la publicidad.



Por un lado nos venden el uso de las bolsas de tela como si fuesen primicia, cuando en  Alemania se llevan usando desde hace décadas y cobrando por ellas.
Empiezan ahora a cobrar las bolsas de plástico, a modo de persuasión, nos tocan el bolsillo y así no las compramos, como he dicho, en Alemania  llevan cobrando por ellas desde la prehistoria (entiendase por prehistoria mi infancia, no prehistoria real como etapa de la historia previa a la escritura, recuerdo haberlas pagado pfenigs).
SÍ a las bolsas de tela (porque las reutilizo más que ninguna otra, NO a las de plástico y si puedo evitarlo también NO a las de papel si tengo tela, pero eso lo hago porque yo lo he decidido, lo vengo haciendo desde hace tiempo.
Nos venden su imagen, nos engañan como quieren, pero seamos congruentes: no me vendan ustedes en la tienda la bolsa estupendísima de tela, no me digan que adios al plástico, no me vendan que su firma ha eliminado las bolsas de plástico en Finlandia y se declara en contra de las otras diciendo que si no uso tela estoy maltratando al medio ambiente y al mismo tiempo en el supermercado alemán, me venden ustedes otras bolsas de plástico más coloridas y grandes de la misma marca finlayson.
Un poquito de por favor y no se rían en nuestra cara.






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