Ahora que se cumplen 70 años de la Segunda Guerra Mundial, aquí va un resumencillo de lo que se vivió en Finlandia por aquella época. Ha sido complicado resumir tantas cosas en tan breve espacio, pero si queréis bibliografía al respecto, tal vez os pueda servir "A Frozen Hell: the Russo Finnish Winter War of 1939-1940" de William R. Trotter, donde se cuentan la historia de lo que pasó por aquí.
La historia de Finlandia durante los años de la segunda guerra mundial en Europa es algo distinta a la del resto del continente, debido principalmente a su situación geográfica.
La historia de Finlandia durante los años de la segunda guerra mundial en Europa es algo distinta a la del resto del continente, debido principalmente a su situación geográfica.
La primera parte de este conflicto se llama aquí la “Guerra
de invierno” y comenzó a finales de 1939 después de varios meses de más
o menos persuasivas presiones de los soviéticos sobre los finlandeses, para que
estos cedieran varias decenas de kilómetros de frontera oriental,
incluida la ciudad de Viipuri (ahora Viborg) y la costa occidental del lago
Ladoga , las islas del Golfo, incluida la de Suursari, y la ciudad de
Hanko. Todo ello para asegurarse la defensa de Leningrado ante un posible ataque alemán, a
pesar de que por aquel entonces la Unión Soviética y Alemania eran aliados.
Soldados finlandeses (Fuente: Wikipedia) |
El 30 de Noviembre de 1939 los
soviéticos denunciaron un ataque de mortero sobre su territorio, a todas luces
simulado, desde el otro lado de la frontera, lo que desencadenó una ofensiva
que Finlandia no podría soportar por mucho tiempo.
Lo cierto es que lo que los soviéticos pensaban que sería un
paseo triunfal se convirtió en un auténtico quebradero de cabeza durante los
siguientes meses.
Se produjeron bombardeos continuos sobre las grandes ciudades y centros industriales de
Finlandia, causando un número de bajas sorprendentemente bajo teniendo en cuenta
la virulencia de los mismos. La población civil estaba muy bien organizada y se planificaban apagones totales para dificultar la localización de objetivos y desplegaban señuelos para dirigir los ataques a zonas despobladas. El verdadero
infierno de la guerra se vivió a lo largo de la frontera oriental, la llamada
“línea Mannerheim”.
Carl Gustav Emil Mannerheim (Fuente: Wikipedia) |
Mannerheim estableció una línea de fortificaciones,
trincheras y búnkeres que protegían la zona entre el lago Ladoga y el Golfo de
Finlandia (Karelia); fue capaz de contener el ataque soviético durante
casi 4 meses. Los finlandeses contaron con la ventaja de luchar en pleno invierno
en un terreno que dominaban perfectamente contra un enemigo que desconocía
totalmente las condiciones a las que se tendría que enfrentar, sin ninguna
preparación para este tipo de lucha (hasta pasadas varias semanas, después de
ser repelidos sucesivamente, no empezaron a usar camuflaje de invierno o
empezaron a recibir entrenamiento en el uso de esquíes). Lo cierto es que
mientras las unidades finlandesas eran capaces de realizar ataques sorpresa
montados en sus esquíes y desaparecer en medio del bosque después de sembrar el
caos en las filas enemigas, las sucesivas oleadas invasoras eran enviadas a
pie, seguidas por carros de combate que quedaban aislados en cuanto la línea de
abastecimiento se cortaba en la retaguardia.
Mientras tanto los aliados prometían tropas y suministros a
los finlandeses, pero a la vez maniobraban para intentar cortar el suministro
de hierro de las minas suecas (Kiruna) a los alemanes, a través del golfo de Bothnia, por el Sur, y del puerto de Narvik, en Noruega, por el norte. La situación general vivida en Europa hizo que las pocas armas que llegaran a Finlandia del exterior lo hicieran tan tarde que ni siquiera dio tiempo a utilizarlas. Suecia
se declaró neutral y oficialmente renunció a enviar ayuda a sus “hermanos”
finlandeses, aunque un numeroso contingente de voluntarios acudió a luchar
contra los soviéticos, así como daneses, noruegos, húngaros, etc.
La táctica que utilizaron los finlandeses con verdadera
maestría se llamó “motti”, que traducido viene a ser montón de leña listo para
echar a la estufa. Los soviéticos cometieron el error de subestimar la
capacidad defensiva de los finlandeses y se lanzaron al ataque sin una
estrategia demasiado clara a lo largo de toda la frontera, hasta el ártico,
concentrando lógicamente el grueso de sus divisiones frente a la línea
Mannerheim. El resultado fue que las sucesivas incursiones de largas líneas de
infantería, carros y abastecimientos eran rodeadas por los flancos hasta la
retaguardia, troceadas en sectores (como los troncos para leña) y, finalmente,
cada sector era sometido a ataques constantes por invisibles esquiadores y
francotiradores que aparecían y desaparecían en medio de densos bosques que no
permitían ninguna maniobrabilidad a las unidades invasoras. Las cifras no dejan
lugar a dudas:
Fuerzas en combate: unos 350.000 finlandeses frente a cerca
de 1.000.000 de soviéticos. 23.000 bajas en el lado finlandés frente a cerca de
127.000 bajas soviéticas.
Territorios cedidos a la URSS en 1940 (Fuente: Wikipedia) |
Guerra de
continuación
Finlandia quedó exhausta tras el inmenso esfuerzo de la
guerra de invierno, pero cuando Alemania invadió la Unión Soviética en el 41 se
abrió la posibilidad de recuperar el territorio perdido luchando al lado de los
nazis. Esto le costó la declaración de guerra por parte de Inglaterra, aunque
en ningún momento se produjo enfrentamiento alguno entre los aliados y los
finlandeses. Además estos últimos siguieron las claras consignas de Mannerheim
para no avanzar ni un paso más allá de lo que se les había arrebatado durante
la Guerra de Invierno. Lamentablemente los finlandeses eligieron el caballo
perdedor y volvieron a perderlo todo (salvo Hanko) cuando Alemania fue
derrotada al final de la guerra y los soviéticos reclamaron sus derechos sobre
lo conquistado en el 40.
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