Luces reflectantes

Parece que la oscuridad se acerca, hay carteles como este en las paradas de autobús y en el cole les han regalado este reflectante colgante.
Los venden en los grandes almacenes, en el supermercado (línea de caja, entre 4 y 6 euros, según marca y forma- mumin, de los angry birds, de copo de nieve, entre otros-) y los regalan en el banco; se cosen a los gorros y se enganchan en los abrigos y mochilas.
Yo estoy mirando otras alternativas, como las rodilleras refrectantes (no sé si existen, pero de eso usamos mucho, diy-idea, lo está investigando) o cinta refrectante que se pegue con la plancha (difícil, porque es plasticosa). Así en Otoño pareceremos operarios del aeropuerto con tanto fosforito, y en invierno retomaremos nuestros preciados trajes de astronauta, como los compramos aquí, sí que llevan los reflectantes incorporados.
Lo de llevar a los niños con tanto colgajo en el gorro, en el abrigo... no me termina de convencer, parecen arbolitos de navidad; Sin ir más lejos, el pequeño lleva un cascabel en el gorro (como Noddy) y si al cascabel le añadimos el reflectante, más la música que el propio niño lleva incorporada de serie (siempre canta, hasta dormido), va a parecer un villancico andante; además, conociendo a mis cachorros... sé que no durarían colgados en su sitio más de 24 horas, siendo optimista.
Venden estas tiras para la bici, pero si me descuido, en casa también se usan como espadas laser.

Para evitar enganchones innecesarios a causa de las prisas, me pondré este brazalete, al más puro estilo Concha Velasco, en "las chicas de la cruz roja".