Cuando digo que aquí se agobian en un vaso de agua creo que me quedo corta.
Hoy a la pobre mujer que atendía en la zona de frescos casi le da un chungo por mi culpa.
Matizo: podría decir que a la pescadera casi le da un chungo por mi culpa, pero como en ese supermercado la carnicería y pescadería están unidas, he decidido ser así de moderna.
Vamos, que había pensado comprar un salmoncito que tenía muy buena pinta, pero como no lo íbamos a cenar hoy, casi que lo he dejado para mañana, que a buen seguro se alegrará de verme. A esta pobre mujer si la ponen a trabajar en Mercadona en horario punta le da un soponcio.
Esto me recuerda que estaba el otro día en otro supermercado y había más gente de lo normal, un montón de cajas abiertas (porque en cuanto hay tres o cuatro personas esperando abren otra caja), pero aún así mucha gente. Madre mía, con la de tiempo que habré perdido yo esperando en Ahorramás. Pues lxs cajerxs estaban al borde del ataque preguntando que donde estaba el compañero de la caja 6, ¡estaban desesperados!! ¿dónde está Pepito?, decía una, ¡llamad a la encargada!, decía otra, al final el bueno de Pepito apareció y todxs respiraron tranquilxs.
¡Más madera!! ¡¡es la guerra!!, que diría Groucho.
0 comentarios:
Publicar un comentario