Pori es una ciudad situada al NE del país, a una hora larga de Turku.
¿Bonita?, no sabría como responder a esa pregunta.
Es un poco como el resto de ciudades de este tamaño y esta edad, que diría mi madre: edificios modernistas bonitos, iglesia picuda (con la diferencia que en este caso del acabado del pico de la misma), edificios de madera rojo (que son mis favoritos) que en origen eran fábricas y ahora comercios o algunos simplemente almacenes, plaza del mercado con sus puestecillos de ropa, comida y artilugios varios, que son los mismos de los de la plaza del fin de semana pasado, y yo diría que hasta lxs mismxs vendedores, que ofrecen a locales y turistas los mejores productos de temporada a precios desorbitados.
Fue casualidad que el día que estuvimos era "el día de Pori", así que había bastante animación con música y conciertos, aún más puestos de chuches, flores, pieles y cestos y algunas actividades para niñxs.
El mercado cubierto es pequeño pero muy bien conservado. Tiene cafetería que ofrece la bollería local, cafetería delicatesen - donde degustar las tortas de salmón, de gambas o bocatas con mucha lechuga, mucho pepino, mantequilla y alguna salsa-, alguna tienda de productos gourmet y unos cuartos de baño muy limpios. Ah y también hay un lugar en el que ofrecía la típica sopa de salmón, directa del puchero y acompañada del pan negro con mantequilla y por supuesto pepino.
Después de callejear y hacer nuestra tradicional visita a Eurokangas, partimos hacia la playa de yyteri, que según dicen es la playa más larga del país.
El lugar nos encantó. El tiempo acompañaba bastante, aprovechando el veranillo de San Miguel.
Tras aparcar el coche en un pinar, andas unos metros y después de subir una cuestecella; cataplán, te encuentras esas dunas tan estupendas entre arbolillos y matojos y al fondo, el mar.
Los pollos salieron corriendo despavoridos como si no hubiesen estado en la playa en su vida. Si no llega a ser porque acabábamos de estar en Pori, me habría sentido algo culpable por si les habíamos tenido demasiadas horas en el coche. Salieron como cohetes. ¿es como estar de vacaciones! decía uno.
Parecía una playa fantasma porque los chiringuitos estaban cerrados, los baños y duchas también y del tobogán gigante sólo quedaba la estructura, no agua ni na. Pero en verano eso tiene que estar la mar de bien.
La playa no es muy profunda, no es que me bañase para comprobarlo, soy de secano y estaba bastante fresquita el agua, pero vi como un chico se acercaba andando hasta la plataforma y el agua le quedaba por encima de la rodilla-
Si, aquí son muy aficinadxs a las plataformas de madera en lagos y playas. Supongo que es para evitar que nadie se congele en estas aguas del báltico, que ni en verano llegan a calentarse.
Con nieve también debe de ser bonito, me lo apunto para el invieno
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