Las vistas no tienen nada que ver con las que vimos en Septiembre. El río estaba bastante helado y el día menos soleado que la última vez. La terraza estaba cerrada, pero dentro se estaba muy calentito.
No había mucha gente, pero a pesar de eso hicimos una reserva previa por internet.
Había tres zonas de comida: caliente, fría y postres.
En el primer grupo había huevos que simulaban tortilla, minisalchichas, costillas de cerdo, quiche de salmón y una especie de sopa que no recuerdo.
Entre los platos fríos y ensaladas había, ensalada de patata, ensalada verde, ensalada con col y zanahoria, ensalada de pasta, fiambre y distintos tipo de queso (también ahumado), setas, cebollas, aceitunas, picatostes, rodajas de tomate y pepino y unos arenques en salsa que estaban de muerte.
Entre los postres había merengues, brownie, tarta de manzana, croasanes de distintos tamaños, fruta y panes variados.
De bebida había café y té, zumo de manzana y naranja, una bebida gaseosa y agua. Las bebidas alcohólicas van a parte.
La comida no era maravillosa, pero estaba bien, sobre todo los arenques y a los cachorros les ha gustado la experiencia. Estaban como borrachos y no paraban de reirse. Les encantaba levantarse y coger cosas. Un día diferente.
Precio por adulto 23 euros.
menores de 11 años pagan un Euro por año que tengan (niño de 4 años paga 4 euros). Aceptan "lounas ticket".
¡Qué aproveche!
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