sábado, 2 de agosto de 2014

Agosto.fi=Septiembre.es

Ya estamos en la cuenta atrás para "la vuelta al cole" de la manada, porque el padre de las criaturas y yo ya hemos empezado otra vez (estamos haciendo puzzles y corriendo de acá para allá para cuadrar horarios), parece que ese sentimiento de " corre,
corre que no llego", es internacional.

El fin del mes de Julio y los primeros días de agosto en Finlandia, son como finales de Agosto y principios de Septiembre en España.
Se empiezan a ver las caras de siembre en la calle y en el autobus y en las tiendas se ultiman las rebajas y se mezclan los resquicicios del verano con las primeras ropas de Otoño. En primera línea, el material escolar y resto de accesorios: mochilas, estuches, cuadernos y carpetas. Zapatillas resistentes, para el cole y camisetas molonas; todo está al alcance del consumidor. Lo que no verás si pasas por aquí son los libros de texto, ni Analya, ni Edelvives, ni Santillana, ni sus primos hermanos. Ni una sola editorial dispuesta a comerse el sueldo mensual de una familia con dos o más criaturas. Los libros los proporciona el cole (el Estado=nosotros con nuestros impuestos), y como ya dije en otra ocasión casi todos los centros usan el mismo. Se reparten el pastel entre un par de editoriales.
En cuanto al resto de material escolar, no tengo ni idea de si hay que comprarlo o también lo prestan en el cole. Mi primogénito por si acaso ya tiene preparada su mochila un par de cuadernos y unos lápices bien afilados, como le gustan al abuelo.
Los otros dos pollos empiezan el lunes en el päiväkoti, y allí si que no tenemos que llevar nada de material escolar, sólo volver a preparar varios kilos de ropa: los pantalones de lluvia, los pantalones del parque, ropa de repuesto por si se manchan comiendo jugando o guarreando, gorro de algodón (estamos a más de 30 grados pero yo ya lo dejo todo allí por si luego se me olvida), manoplas de lluvia, de frío y de entretiempo; botas de agua y zapatillas de repuesto


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