Hoy nos hemos despertado y, después de desayunar, nos hemos preparado para salir al fresco del invierno, con un poco de adelanto sobre nuestro horario habitual, porque hemos acompañado al hermano mayor al cole. Ha sido su segundo día, se ha quedado tranquilo, tan pancho, como si fuese de aquí de toda la vida y ha salido muy contento. Al igual que ayer, no ha parado de contarme cosas.
Lo que más me sorprende es lo que me han explicado de la comida. Comen a las 11.30, al ser preescolar no tienen el semáforo del reportaje del "Follonero", y cada niño es libre de ponerse en su plato lo que quiere comer, la única condición es que debe comerse todo lo que se ponga. Pueden repetir cuantas veces quieran. De premio, a quien deje el plato relimpio, le dan un pan con mantequilla. Esto me plantea la duda de que la alimentación sea realmente equilibrada. Todo es casero, cada centro tiene su propia cocina, no dudo de la calidad de los productos, pero... no tengo muy claro qué come cada cual. Menos mal que, de momento, tanto la profe como él me lo van contando.
Lo que más me sorprende es lo que me han explicado de la comida. Comen a las 11.30, al ser preescolar no tienen el semáforo del reportaje del "Follonero", y cada niño es libre de ponerse en su plato lo que quiere comer, la única condición es que debe comerse todo lo que se ponga. Pueden repetir cuantas veces quieran. De premio, a quien deje el plato relimpio, le dan un pan con mantequilla. Esto me plantea la duda de que la alimentación sea realmente equilibrada. Todo es casero, cada centro tiene su propia cocina, no dudo de la calidad de los productos, pero... no tengo muy claro qué come cada cual. Menos mal que, de momento, tanto la profe como él me lo van contando.
Espero que no les de por poner el mencionado semáforo en mi edificio, porque en mi casa lo reventamos en dos minutos. No es que seamos especialmente gritones, pero debo reconocer que nuestro "volumen" es algo más elevado que el de los lugareños.
Al salir, mientras yo terminaba de ajustar tres gorros, con sus respectivas capuchas y comprobaba el estado de tres pares de manoplas, los cachorros, bastante más despiertos que la madre, se han dado cuenta de que en todos los parques había una bandera finesa bien grande, con un mástil tan alto, que por un momento he pensado que habían llegado "los Mayos" y que habíamos hibernado, cual osos en la cueva.
He preguntado a un operario de la construcción, que curiosamente se dirigía a mi casa, y me lo ha escrito en el teléfono: hoy es Runebergin päivä, el hombre ha puesto su mejor voluntad, pero no nos hemos enterado de nada. Menos mal, que Karima, nuestra siempre dispuesta profe, nos lo ha solucionado al instante.
Tal día como hoy nació Johan Ludwig Runeberg (http://es.wikipedia.org/wiki/Johan_Ludvig_Runeberg) poeta y escritor nacional finés. Se celebra su trabajo, su vida y su obra . Un símbolo nacional, de ahí lo de izar la bandera.
Su obra, según la Lonely Planet, perduró gracias a la frase ¡que ni un demonio cruce el puente!, usada para alentar a las tropas finesas tanto en la guerra de la independencia como en la II GUERRA mundial .Ya os diré si mañana siguen o las han quitado, menudo trabajo... una noche poniendo banderas y la siguiente quitando... no sé...
Hoy lo típico es comer tarta Runbergin, cuya receta dicen que proviene de su señora esposa, Fredrika Oelvan.Su obra, según la Lonely Planet, perduró gracias a la frase ¡que ni un demonio cruce el puente!, usada para alentar a las tropas finesas tanto en la guerra de la independencia como en la II GUERRA mundial .Ya os diré si mañana siguen o las han quitado, menudo trabajo... una noche poniendo banderas y la siguiente quitando... no sé...
Ingredientes:
250 gr de margarina
3 dl de azúcar
4 huevos
4 dl de migas de las galletas de jenjibre (piparkakku)// sino pues maría.
60 gr de harina de almendra picada
2 dl de harina de trigo
1,5 cucharillas de té, de levadura
1 dl de nata, leche o zumo de manzana.
Para adornar:
1 dl de mermelada de frambuesa, al gusto.
Azúcar glass
Cómo prepararlo:
Engrasa el molde o recipiente con margarina y luego con harina de trigo para que el pastel no se pegue.
Calienta el horno a 150 grados.
Rompe las galletas de jenjibre//maría también vale.
Bate la margarina y el azúcar hasta que adquiera un aspecto espumoso y de color blanco. Añade los huevos de uno en uno y bátelos junto con la margarina y el azúcar.
Mezcla entre sí las migas de las galletas de jenjibre, la harina de almendra picada, la harina y la levadura. Añade todo esto a la masa. Por último, mezcla uno de los tres ingredientes líquidos (nata, leche o zumo de manzana).
Traslada toda la masa del pastel al recipiente ya preparado y nivela la superficie de la misma. Si quieres que dentro de la masa haya mermelada, este es el momento de extenderla en pequeños grupos por encima del pastel.
Mete la masa en el horno, en la parte baja; durante una hora.
Saca el pastel del horno, dejar enfriar. Coloca un poco de mermelada sobre el pastel y espolvorea alrededor con azúcar glass.
¿la queréis en finés?
1 comentarios:
Se nota que se necesitan muchas calorías para pasar el invierno porque vaya, vaya. Tú eliges: 1dL de nata, de leche y si lo quieres light zumo de naranja.
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