Ayer despedimos a nuestros visitantes; como suele ser habitual en estos casos, el día después tras la marcha de la invasión, los residentes vagamos como alma en pena por la casa. Así que... para no perder el ritmo nos hemos puesto a empaquetar todas nuestras pertenencias en cajas. Otra vez. Jajaja, no es que nos hayamos vuelto locos, ni tampoco estamos practicando un nuevo tipo de terapia experimental para canalizar las emociones, es que en breve nos mudamos. Esta vez de casa, no de país.
Esta última semana ha sido divertida, intensa pero divertida. Los cachorros no tenían vacaciones, el padre de las criaturas tenía que ir a trabajar para ganarse las lentejas y a mí me dan vacaciones con cuentagotas; así que por la mañana los visitantes iban a la gran ciudad y conocían sus alrededores y por la tarde estábamos juntos corriendo por el parque, paseando en bici, jugando al futbol, revolucionando el vecindario y arreglando el mundo. Los cachorros han estado haciendo de las suyas, lo han pasado bien y mientras unos aprendían
palabras básicas en finlandés los otros escuchaban atentamente las enseñanzas de sus primos mayores.
Hemos aprendido a hacer pulseras, con telar, con tenedor y hasta con pinzas de la ropa. al parecer en España ahora es la moda en los coles e institutos; aquí también venden el kit, a precio de metal precioso (las bolsas de gomas de colores que allí cuestan un euro, aquí están a más de siete y el telar que allí está entre 3 y 7 euros aquí estaba pasados los 15), así que los primos viajeros han decidido donarlo a la causa y dejarlo para que sus aprendices prosperen en tan complicado arte. Es algo que desde aquí agradecemos públicamente, ya que imagino el esfuerzo que han hecho dos niños de 8 y 10 años para deshacerse de su pasatiempo favorito del momento, un adulto no sé si lo habría hecho, bueno sí lo sé, no lo habríamos hecho. Mi primogénito lleva un día entero alternando la manufactura de pulseras de goma con el "lleva, cierra y mueve cajas", y entre medias para calentar músculos más bicicleta y algo de patinaje sobre ruedas. Y que tiemblen en el cole... porque nos han contado un nuevo repertorio de chistes de Jaimito que han estado traduciendo a la hora del desayuno....
Nos han abierto los ojos para una nueva gama de restaurantes que poco a poco iréis conociendo y nos reímos mucho al ser conscientes de que el padre de mis hijos debe ser uno de los residentes en el lugar que más ha ido a Suomenlinna en lo últimos 14 meses.
Una vez más, ¡gracias por venir!.
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