La tradición dice que la caja debe ser usada a priori, como una cama. Se trata de una costumbre que tiene 75 años en el país nórdico. La caja la reciben todas las madres por igual, sin importar raza, condición o clase social. Es una política que impulsa la un comiendo de vida igualitario para todos los bebés.
El paquete contiene juguetes, ropa de cama, productos de baño, pañales y un pequeño colchón. Colocándolo en el suelo de la caja, ésta se convierte en la primera cama del recién nacido.
Las madres que lo deseen, pueden escoger entre la caja o el efectivo, unos 200 euros, pero el 95% de las familias se queda con la caja. El valor del contenido crece conforme pasa el tiempo.
Las primeras cajas se repartieron en 1938, Al principio a un pequeño grupo de familias con recursos bajos para extenderse a la gran masa social finlandesa en 1949.
En aquella época el Estado extendió la ofrenda, no solo para brindar un regalo a las nuevas madres, sino también para cerciorarse de que todas las madres pasarían por una clínica pública antes de los primeros cuatro meses de gestación.
Esta medida, está relacionada de manera directa con el escaso índice de mortalidad entre los neonatos, de 70 a 5 de cada 1.000. En los años 30, Finlandia sufría un elevado nivel de pobreza y la mortalidad infantil era muy alta.
La caja que reparten cambia cada año y hoy en día contiene; un colchón con su funda, el edredón, manta, saco de dormir. La misma caja también funciona como una cuna, Porta un traje para la nieve, un gorro, guantes y botas aislantes del frío. En ropa de exterior; un traje ligero y monos de punto, calcetines y manoplas, sombrero y pasamontañas de punto.
Para la higiene del bebé trae una toalla de baño con capucha, tijeras de uñas, cepillo de pelo, cepillo de dientes, termómetro de baño, crema íntima, estropajo para el baño, un pañal de tela y trapos para limpiar a los bebés.
Para guiar a los nuevos padres tenemos un libro con imágenes y juguetes, parches para los pechos y por último condones. Muchas madres no podrían costearse el precio de la caja si no fuera gratuita. La ropa es unisex y algunos padres optan por el dinero reciclando las cajas de sus hijos más mayores.
3 comentarios:
Debe de ser el destino. Si no recuerdo mal, hace tiempo te rondaba por la cabeza la idea de que tus hijos durmiesen en un cajón.
ES VERDAD. ME ACUERDO. POR LA FALTA DE ESPACIO. Cuando vivías en tu minipiso.
Anda! que chula la idea. Así ya tengo la información completa de los artículos que salían diciendo que los niños fineses dormían en cajas. jajaja.
y estoy de acuerdo en que parece que el destino ya sabia que los niños debían de dormir en cajas. jajaja
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