En Otoño estuvimos en luuki. Un lugar que nos encanta, he hablado de el montones de veces.
Está en Espoo muy cerquita del Parque Natural de Nuuksio.
Es un lugar con lago, playa, barbacoas muy bien preparadas (techadas y con asientos), unas vistas increíbles, zona para que jueguen lxs niñxs y un caserón enorme (kartamo) donde hay un restaurante con menús y cafelito. Debo decir que el menú no lo he tomado nunca.
Los primeros años, cuando íbamos era un sitio tranquilo, poco masificado. Al que decíamos en broma que iban lxs locales que no tenían casita en el lago (sería un tópico decir que todxs tienen una, pero sí es cierto que si no la tiene unx la tiene el tío, la prima o amigx del alma. Es decir la gran mayoría, aunque no tengan cabaña con lago propia, sí tienen una a la que, por un motivo u otro, pueden ir a desconectar de un mundo y conectar con otro o consigo mismxs).
A lo que iba, cuando empezamos a ir, creo que sería allá por otoño de 2013, era un sitio tranquilo y poco masificado. Pero a partir de 2016, los fines de semana se llenaba de gente, familias enteras, música y había mucho ambientillo y mezcla de culturas. Parece que tanto ajetreo, tanto afluir de gentes, tantos colores y tantas barbacoas portátiles no han gustado a lxs locales, que tras varios intentos de primero informar (respeten las áreas comunes y no hagan barbacoas fuera del lugar señalizado) y luego de persuasión: con avisos a la policía y no sé si algo más. Ahora han decidido poner un parquímetro en la explanada dedicada a aparcamiento.Al principio me chocó que cobrasen, pero al ver ciertos carteles y avisos en distintos lugares, mi cabecita pensante llegó a una triste conclusión, habrá que leer entre líneas.
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