Tuvimos mucha nieve durante el mes de Enero, tuvimos mucho frío y de repente llegó Febrero y hemos tenido un par de semanas con temperaturas en positivo y bastante lluvia.
El jueves ya apenas quedaba nada blanco; sólo algunas montañas más negras (por la grava) que blancas que se acumulan en las cunetas; cuando creíamos que ya no íbamos a ver más nieve hasta el año que viene, ha vuelto a empezar.
El viernes y el sábado estuvo nevando durante todo el día y el domingo otro rato más. Las figuras de nieve que no habíamos visto en lo que llevamos de invierno han aparecido como setas en todos los parques del vecindario.
Lástima que esta mañana hayamos amanecido de nuevo en positivo y hemos tenido que volver al pringue del chapapote. Es la parte mala y bastante asquerosa de las nevadas. que después llega el deshielo y no es tan bonito como lo pintaban el el capítulo de la llegada de la Primavera de Heidi. No, aquí el blanco se transforma en gris, la nieve se queda blandurria y se mezcla con el agua de su propio deshielo y al final no sabes si andas o nadas, y si de repente hiela, sales por la mañana desprevenida y patinas, la gente se pega unos trompazos morrocotudos. Toquemos madera.
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