La idea es bastante buena: coges una tapa de un envase de plástico, echas agua, lo tiñes con pintura de dedos, témpera o colorante alimenticio, pones un trozo de lana o cuerda que servirá como colgador y esperas unas horitas a que se congele. Puedes poner otro tipo de abalorios para decorar, cualquier trasto que ande pululando por casa.
Se toma como molde una tapa de envase para que no tenga demasiado grosor y así evitar percances (chichones) en caso de desprendimiento.
La finalidad del experimento es triple:
1.Que los cachorros vean como el agua cambia de estado, de líquido a sólido.
2. La parte lúdica del experiemento.
3.Controlar cuando comienza el deshielo y que los pollos vean como el agua pasa de sólido a líquido otra vez.
Nosotros, robando la idea del cole, vamos a construir un castillo de hielo: hemos dejado en la terraza unos briks de leche llenos de agua que esperamos en un rato esten congelados.
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