He dicho muchas veces que mis cachorros son mi mejor despertador, da igual a qué hora se acuesten que siempre se despiertan en la misma franja horaria, entre las 7 y las 8 de la mañana (más cerca de las 7 que de las 8). Por suerte soy como una culebrilla inquieta, de poco dormir. Me despierto con energía y poco a poco voy perdiendo fuelle, sobre todo de lunes a viernes, que a eso de las 21.00 si me siento ya no hay grúa que me levante.
Las fieras por lo general duermen como troncos, nos ha costado llegar a esta situación, no siempre ha sido así. Hemos pasado años de insomnio intermitente y duermevela constante. Hemos pasado años solapando lactancias a demanda con partos y más lactancia, lo que se resume en un porrón de años alternando lactancias con vómitos, búsqueda de chupetes y otros asuntos que prefiero no relatar. Biberones nocturnos no he dado ninguno, sólo matutinos. Pero bueno, todo aquello forma parte del pasado y mi memoria de pez ha olvidado lo que evidencian las ojeras de las fotos.
De un tiempo a esta parte, no sé como pasó, ni cuando, pero pasamos de la juerga nocturna y de las idas y venidas de cama a cama, del saber donde me acostaba pero no donde ni con quien amanecía, a dormir de un tirón. Con dormir de un tirón me refiero a no levantarme de la cama en toda la noche, aunque de vez en cuando uno de los cachorros se acerca a mi cama para avisarme que va a hacer pis o a beber agua. Los pollos una vez dormidos, ya se puede caer el techo, que no se inmutan, Siempre han dormido los tres juntos y ya podía berrear un hermano por la noche que los demás ni se inmutaban, sólo reaccionan al sonido del despertador y de ahí la historia de hoy.
El caso es que esta noche, misterios de la técnica, la alarma del reloj de uno de los cachorros ha sonado a las 4 A.M. ¿por qué?, ¡En qué momento!, eso ha supuesto que hayan aparecido dos cachorros salivando, cual perros de Pavlov ante el sonido de las campanas, en mi cama diciendo que tenían hambre y que querían desayunar. Ellos ya llevaban durmiendo 7 horas así que estaban frescos como rosas.Cuando he ido a arroparles, estaban sentadotos a la mesa, co los platos preparados y esperando el alimento. Por suerte eran las 4 y había margen para volver a dormir. Uno ha caído como un tronco en cuanto le he llevado y arropado en su cama, pero el otro,... ese ha sido más difícil, estaba parlanchín.
domingo, 11 de octubre de 2015
Como los perros de Pavlov
Publicado por FinlandiaNoEstáTanLejos en 13:58
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