Botas de invierno, botas de agua.

Me complace saber que las madres locales también se llevan las botas de otros niños por equivocación. Bueno.... complacerme complacerme... esa no sería la palabra (verbo), porque no me gusta que niños desconocidos se lleven las botas de mi cachorro; pero tranquilizarme, sí que me tranquiliza saber que no soy la única que se lleva las botas de otros sin darse cuenta. Así que, para evitar desencuentros y dado que ni a otras madres/padres ni a mí nos basta con marcar el interior de las botas para identificarlas como propias, por fin he hecho lo que llevaba tiempo rondándome por la cabeza pero que nunca encontraba tiempo para hacer. Siempre me acordaba cuando estaba, por fin, sentadita en el sofá, o cuando estaba en la calle. Pero ya las he marcado con un simple trocito de lana. Sí, ya lo sé, podía haber buscado algún lazo o distintivo más acorde con los gustos de mi primogénito, pero se trata de que sea funcional y de momento, con esto nos basta.
Y ya que estoy con el tema botas, sí que me complace comunicar, que por fin he encontrado unas botas de agua (las catiuscas de toda la vida) que están "a la altura", o al nivel de resistencia de mi manada. Botas que nos duran más de un mes, han durado tanto que ni recuerdo cuando las compré, jeje. Aunque no me lleve comisión, son del Lidl, con borrego desmontable por dentro, y ahora han modernizado el modelo y llevan incorporada una lucecilla en el talón que facilita la visibilidad en los meses de oscuridad.
Estas botas son perfectas para días como estos, en los que nadamos en la nieve derretida y los niños juegan con sus plastificaniños en el cole con palas, cubos y regaderas. Las botas de invierno habituales no aguantan tanta humedad, son buenas para la nieve en estado "nieve" y para los días de frío, pero si lo que tenemos es fresquete y nieve en proceso de descongelación.... mejor botas de agua a ser posible con borrego y sino con calcetines de lana. Si la madre es friolera, se pondrán las dos cosas, jeje.