En Finlandia ya han terminado las clases. El mes de vacaciones por excelencia es Julio. Podríamos decir que su Julio es nuestro agosto.
He sacado el petate de bañadores y me he encontrado el que hice hace ya 4 años, cómo pasa el tiempo. En aquel entonces me hice dos: uno azul y otro verde. El verde....está un poco regulereas, la licra se ha pasado un poco y en fin...., que para una emergencia se puede usar, pero hay riesgo de que se desintegre.
Me probé los los, como hago caaaada verano con bañador, vestidos, y pantalones. Todos los años con los mismos nervios. No sé porqué será que cada año veo mi ropa más pequeña y pienso; este año ya no entro ahí. Sorprendentemente, entré.
Una vez superada la prueba: entro en la ropa, me he dado cuenta de que el biquini azúl me queda más como un traje de neopreno que como un cómodo bañador. A primera hora puede que me quede decente, pero a las 8 de la tarde voy a parecer MICHELÍN, la mascota de la marca de ruedas. Como la tela está bien y el bañador me gusta, aprovechando que a los chicos se les han quedado pequeños sus bañadores he tuneado el mío. Bañador fusión, que dirían si se tratase de un plato gastronómico.
He cortado un poquito por aquí, cosido un poquito por allá y entre el corta y el cose me ha quedado bastante molón y bastante más cómodo y saludable. Ya no me corta la respiración.
Ahora sólo queda comprobar su funcionalidad y ver si resiste al baño. 
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