Strömfors es un pequeño pueblo ubicado entre Luviisa y Kotka en el que puedes encontrar una de las fundiciones más antiguas del país.
En 1744 Jacob Forsell y Anders Nohrström dan el nombre a esta forja. Aunque será una mujer años más tarde la que haga las grandes mejoras en la zona.
En 1790, la forja, pasa a ser dirigida por una mujer, algo bastante extraño para la época. Virginia Forselles asume su dirección tras la muerte de su marido y no delegará su dirección hasta su muerte. Con ella la forja disfrutó de momentos de esplendor. Hizo mejoras en las condiciones de trabajo de l@s trabajador@s, y mejoras en las viviendas de los mismos, Vivían en las casas en las que actualmente se encuentran los talleres y tiendas de artesanía.
A la entrada del pueblo, destaca una enorme construcción blanca, es una casa construida de Adobe siguiendo la manera de construcción característica del Norte de Alemania. Es de las más antiguas del país y de las pocas que quedan de estas características, así que para l@s lugareñ@s es una joyita arquitectónica.
El pueblo destaca por el color rojizo de sus casas de madera, construído a ambos lados del río y rodeado de bosque.
Tiene una iglesia de madera de planta octogonal, un museo de la forja, varias tiendas de artesanía, tres restaurantes y una sala de exposiciones.
El interior de la iglesia era de un blanco espectacular, donde habían dado la mano de pintura más perfecta que hayamos visto hasta la fecha, alternando el blanco con unas finas tonalidades grises para hacer determinadas sombras. Muy bonitas las estufas, había al menos tres, una por puerta.
Se ve en un par de horas, pero es interesante. A los niños les gusto mucho el museo con todos sus trastos y artilugios, y les enseñaron en una maqueta eléctrica como funcionaba aquello en sus orígenes. Evidentemente les explicaron que por aquel entonces no había electricidad
y se servían de la fuerza de la corriente del río. Todo en el pueblo es visitable, todo gratis y todo lleno de paneles explicativos, y a falta de paneles las personas encargadas de los museos fueron tremendamente amables y estaban especialmente interesadas en explicarnos la historia y funcionamiento del lugar.
También este pueblo sufrió las consecuencias de los problemas bélicos de Suecia y Rusia; En una de sus disputas decidieron dividir el pueblo por la mitad poniendo como frontera el río, lo que hizo que la mitad de los habitantes del mismo pueblo perteneciesen a un país y los otros al otro.
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