Durante el mes de Agosto, ya lo he dicho en otras ocasiones, Helsinki se transforma y se llena de música y de color. Creo que es uno de los meses, junto con Diciembre, más animados. Si el tiempo acompaña hay vida en la calle; en esplanadi se improvisan botellones en el césped y en los bancos puedes ver a la gente disfrutando de su lata de cerveza, de su helado, de su copita de vino o con su botella de champán. No es muy pintoresco, pero hay vida más allá de sus casas y nadie molesta a nadie.
La ciudad se anima a partir de las 17.00 y lo@s lugareñ@s y l@s turistas pueden llegar a hacer que en algún lugar llegue a haber aglomeraciones, jeje, algo impensable en otra época del año (otra vez, a excepción de diciembre, del sivouspäivä o del día del restaurante).
En Alexanderinkatu siempre suele haber un músico animando la calle con un instrumento casero a base de botellas, pero durante el mes de agosto puedes encontrar pequeñas corales cantando por las esquinas, animando un restaurante o cuartetos de música en las terrazas.
Por eso, mi última visitante ha flipado en colores y me ha dicho que no se cree que me pueda aburrir en estas tierras de Norte. Todo le ha encantado, jejeje.
Durante los últimos días hemos explorado la ciudad y nos ha sorprendido todo lo que había para grandes y pequeñ@s: no sólo los conciertos improvisados, o los talleres de música y pintura para l@s más pequeñ@s, también nos hemos encontrado algunos espectáculos callejeros como este, en el que había bastantes voluntari@s para meterse en una cama ante las miradas de curios@s, turistas y nativ@s.
Así nos encontramos en keskuskatu unas camas perfectamente colocadas en fila. En un primer momento pensamos que sería una campaña publicitaria de camas o edredones, pero no, nada más lejos de la realidad, allí estaba Fernando Rubio con su "everything by my side".
Más información en :
Helsinki Festival
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