De política en Finlandia.

Se nota que hay elecciones y que se están dejando la piel para "cazar" hasta el último voto. Por las mañanas están las cercanias del tren llenas de personas que te asaltan (siempre muy educadamente) para darte folletos informativos y contarte alguna cantinela (cuando digo llenas... que nadie se asuste, a lo mejor hay cuatro o cinco nada más). Para asegurarse de que coges el folleto o bien te dan una mandarina (ese recurso ya lo usaron el las elecciones europeas del año pasado) o te invitan a un café. Yo creo que no son conscientes de que la gente a las 7.30 de la mañana suele ir con prisas para ir a trabajar.
Como están continuamente "al acecho", también están dentro del centro comercial. Ahí la estrategia es otra, lo que dan son globos de gas. Puedo decir que no a la mandarina matutina, rechazar el café, con papeleta y charla incluida de primera hora de la mañana, pero es difícil rehusar uno, dos o tres globos de gas cuando vas con varios niños a la compra...en esa siempre me pillan.

Los y las políticos y políticas salen a la calle a saludar al ciudadano, y, o se camuflan entre la multitud, o llevan poca o ninguna escolta. Así que la semana pasada, mi prima y mi primo, primero se encontraron con la caricatura del primer ministro pegada en el surtidor

de rollos de papel higiénico del cuarto de baño de un restaurante, y pocos días después le saludaron en persona, cuando hacía campaña en la calle.