Esperando a Don Invierno

Hoy hemos amanecido a -7 º, sin viento; poco a poco la temperatura ha ido mejorando, aunque sigue haciendo fresquete.
Día soleado.
Día de parque hasta que con la puesta de Sol vuelva a refrescar.
Día de resbalones, porque el suelo patina de lo lindo, aún no han echado la gravilla y cualquier mañana entre casa y el cole, o el cole y el bus me la pego.
Día de patinaje espontáneo. Hoy un par de veces. Si ya lo decía mi abuela, "cuanto más deprisa más despacio", y en el país vecino dicen mucho aquello de "prisa mata".  ya no necesito ni patines para patinar ni la famosa bebida que da alas para volar.
Día de hacer RE-lectura de la carta a Papá Noel, porque la profesora no ha aparecido por el curso y nos han mandado a casa; así que hay que aprovechar para mirar cosillas y reutilizar juguetes, herencia de los primos y primas. Jajaja hasta eso metí al volver en verano en la maleta.
Día de tirar piedras a los charcos helados, para ver si el hielo se rompe
 y en su defecto hacer carreras de piedras.
Día de deberes, de muuuuuuuchos deberes, porque al no haber aparecido la profa nos han mandado hacer en casa lo que deberíamos haber hecho allí. SNIF.
Primer día de la temporada de Otoño con doble calcetín, manoplas de nieve y esta tarde saco los trajes de astronauta. Los pasamontañas de forro polar los sacamos hace tiempo. Los de lana... no hay manera, jajaja, normal, ¡PICAN MAMÁ!.
De momento no es día de nieve, aún no ha llegado, aunque el suelo parezca pintado de blanco; no creo que vaya a tardar en venir. Los pollos la esperan con impaciencia para jugar, y los adultos también, porque con la nieve la sensación de oscuridad es mucho menor y también queremos jugar.
Noche de dejar un recipiente con agua en la terraza para observar por la mañana como se ha transformado en hielo. ¡Les encanta!.