Hoy hemos vuelto a quedar con Galina, nuestra agente de recolocación personal, ella nos va a ayudar en todo lo que necesitemos durante los primeros meses.
Alas 10.00 habíamos quedado con ella en la puerta del banco, y a las 10.05 nos estaba llamando porque no habíamos llegado. Son bastante puntuales.
Da igual lo mucho que te esfuerces en limpiarte los zapatos, la nieve es más traicionera de lo que parece y se esconde en los lugares más recónditos e insospechados, en breve entenderéis lo que digo....
Hemos subido a la 4ª planta, lugar destinado a asesorar a los extranjeros, allí hemos estado hablando con un buen muchacho, muy amable, que hablaba un inglés muy correcto, vocalizaba tanto, que por un momento me he sentido como MERLIN en "buscando a Nemo" cuando habla baaaalleeenoooo. No es que pretenda ridiculizar a este muchacho que tan buen servicio nos ha prestado, simplemente... en medio de tanta tarjeta, servicios, beneficios y alguna cosa más, he desconectado y el despiste me ha llevado a esos pensamientos que casi terminan en un ataque de risa, dicho ataque se ha visto interrumpido cuando para no reírme, he desviado la mirado y he visto que en el suelo, bajo nuestros pies, había un charco en el que podía nadar uno de mis hijos.
0 comentarios:
Publicar un comentario