Si algo tiene Finlandia son museos de casas al aire libre.
El de hoy se encuentra en Turku, en la parte alta de la ciudad, hay que echar piernas y emprender ascenso colina arriba, pero merece la pena el esfuerzo.
En el siglo XVIII hubo un gran incendio que arrasó toda la ciudad excepto el barrio de artesanos, así . que estas son las únicas casas que sobrevivieron en 1927. Por eso, como lo han conservado tal cual estaba, es un buen ejemplo de cómo vivía este gremio hace más de 300 años, cuando aquello era más sueco que otra cosa.
En verano es todo un espectáculo, con gente disfrazada para meter al viajero más en ambiente y según las fechas se puede ver cómo funcionan algunos talleres de cuero, barro y telares entre otros.
1 comentarios:
No lo conocía. ¡Que interesante!
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