Sitio precioso, y aunque lo habìamos rodeado desde todos los puntos posibles al pasar con las bicis y con el bus, como está algo escondidillo siempre habíamos pasado
de largo, pero merece la pena echar la tarde en este lugar. 
Aquí vienen lxs lugareñxs a pescar, con la canoa, a tomar un cafelito o a disfrutar del paisaje sin más. Es un sitio para venir simplemente a ESTAR.
He visto pandillas de chavales de 12, 13 años venir con sus cañas a echar el rato, llegan con su bici, con sus cestitas, preparan sus cañas y ahí que se sientan pacientemente a esperar, sin teléfonos ni nuevas tecnologías, sólo con anzuelos y paciencia.
En Finlandia los menores de 18 pueden pescar sin licencia, pero si eres mayor de edad y aficionado a la pesca lo tienes bastante fácil, la licencia se puede sacar por internet, en el R kioski (donde todo es posible), llamando por teléfono o si vas a este lugar en concreto, en el restaurante de la esquina, que está a 
Hay varios carteles donde te indican cuanto puedes pescar, tamaños y resto de normativa.
También ha venido gente remando por el canal y supongo que usan los rápidos para entrenar ¿fuerza¿, ¿giros? ¿trabajo en equipo?, ni idea, porque entiendo poco de remos, pero les he visto remar en contra del agua a lo bestia y luego dejarse llevar por el agua ante el gesto o señal de alguien del equipo.
hay una ruta bastante sencilla para hacer caminando, un par de mesitas para comer, ruedas de molino, campo para correr, así que hay diversión para todos los gustos, siempre y cuando busques campo, naturaleza y no asfalto.
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