miércoles, 19 de abril de 2017

De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente. Uunisaari



Aprovechando la visita de la abuela patrulla nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Caminando caminado terminamos en la zona de kaivopuisto, allí nos sorprendió un puente flotante que comunicaba la ciudad con la isla de Uunisaari. Normalmente se accede por barco, una pequeña embarcación que supongo está financiada por lxs del restaurante.
Habían puesto la pasarela flotante para favorecer la asistencia a una exposición de pintura que había en la isla y ¡menuda exposición!, nos quedamos sin habla las dos.
La isla es pequeña pero curiosa de ver, y lo divertido es que estaba comunicada (para la ocasión) por pasarelas con otras isletas. Las pasarelas eran un poco resbaladizas, pero mi madre que más que valiente es inconsciente se lió la manta a la cabeza y al ver que todo el mundo cruzaba dijo, si ellos pueden yo también. Todo el mundo iba con paso firme y muy decidid@, pero nosotras íbamos
con más miedo que vergüenza. Mi madre no sé que iría pensando, pero yo me decía a mí misma: quien me mandará a mí hacer caso a esta mujer; Báltico congelado a la derecha y en proceso de descongelación a la izquierda. Las dos de secano y poco aficionadas a la natación y deportes acuáticos. Yo decía, como se me caiga aquí, a ver como lo explico en casa. ¿porqué nuestras botas resbalaban más que las del resto?, yo creo que más
que cuestión de calzado era cuestión de seguridad.
El restaurante estaba chulo, Enormes cristaleras y la comida tenía buena pinta y juzgar por el número de comensales debería estar estupenda, porque estaba hasta los topes.
 PD: Se me olvidaba, también hay sauna, 10 euros por persona.







 








0 comentarios:

Publicar un comentario