Operación biquini: se denomina operación biquini al propósito de enmienda que millones de personas en todo el mundo llevan a cabo los meses previos a la llegada del verano para perder peso (....). esta es la primera definición que nos da el amigo google cuando escribo "operación biquini" en el buscador.
Nosotr@s, para llevar la contraria, algo que sé hacer fenomenal, estamos haciendo la operación flotador, que viene a ser lo opuesto a la bikini: comer todo lo posible y a contra reloj en los días previos a las vacaciones.
No parece muy saludable, lo sé. Tampoco es que el padre de las criaturas ni la que suscribe necesitemos coger peso, más bien (y perdóname querido esposo) necesitaríamos perder algunos cientos de gramos. Mejor dicho tonificar músculo, que no es lo mismo.
El caso es que como hace tiempo que no hacemos limpia de congelador, aunque sea "no frost" que queda muy chic, después de varios años se ha formado una capa de hielo en la que en breve podremos patinar. Así que aprovechando la ausencia vacacional nos hemos propuesto vaciar completamente la nevera antes de marcharnos, lo que conlleva arramplar con todas las reservas y comer a matacaballo, todo todito, en menos de un mes.
Lo intentamos antes de Semana Santa y no nos dio tiempo, lo que supone que hace unos meses también tuvimos una "contra dieta" que supuso una sobreingesta de alimentos y en breve, cuando vayamos a la playa, o planificamos perfectamente la compra o nos pasará tres cuartas de lo mismo. Porque en esta casa no se tira comida, y como testigo está mi hermana pequeña a la que he empachado en más de una ocasión siguiendo esta máxima.
Los pollos están encantados, sobre todo porque alguna mañana, y sin que sirva de precedente, han desayunado helado.
Los pollos están encantados, sobre todo porque alguna mañana, y sin que sirva de precedente, han desayunado helado.
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