miércoles, 19 de enero de 2022

Niños de exterior


 Esto es lo que pasa cuando vives en un país nórdico. Hay pequeños detalles que, no hace mucho tiempo, te parecían una barbaridad y que un buen día ves como normales.

Ejemplos como el de la foto, cuando dejan de extrañarte,  es uno de los indicativos más absolutos de que tu proceso de integración está bastante avanzado.
Si vas por la calle en un día helador y ves un carrito, con bebé dentro , aparentemente abandonado en la calle, no llames a servicios sociales. Si está junto a la cristalera de un bar/caferetría, hay adultos calentitos disfrutando de un café que no le quitan ojo de encima.
 ¡Qué barmaridad! Piensa el turista o residente principiante. Pero no temas, el bebé está perfectamente abrigado, calentito y cómodo, no pasa frío ni corre peligro alguno. Estando fuera respira aire exterior, estando fuera posiblemente duerme plácidamente y si estuviese dentro se habría despertado por el golpe de calor que supone la diferencia de temperatura, habría que quitarle las miles de capas térmicas que lleva para combatir el frío, y aunque las cafeterías de Finlandia no son muy ruidosas, a buen seguro hay menos ruido en la calle.
Si ya puedes argumentar el porqué de dejar al bebé fuera, estás perdidx, no hay vuelta atrás, te han cazado como a mí. No eres uno de ellxs, pero estás cerca.

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