pasando el rato

De nuevo las cuatro estaciones en el mismo día.
Ayer amaneció soleado, alguna que otra nube en el horizonte y prometían chubascos, pero una vez más decidimos no hacer demasiado caso a las predicciones, hicimos unos bocadillos, cogimos provisiones de agua y fruta y nos decidimos a pasar un día de parque, pasando por un centro comercial, algo retirado de casa, a mirar unas cosillas.
Después de más de una hora pedaleando llegamos al centro comercial cuando caían unas nada desdeñables pelotillas de granizo. Al granizo le siguió la nieve, unos copazos como en pleno invierno. Se nota que se acerca el día de Vappu y con ello el tremendo frío que nos ha acompañado todos los primero de mayo desde que estamos por estas tierras.
Mas de tres horas nevando, tres horas que se me hicieron eternas porque el centro comercial no daba para mucho. Mientras los pollos flipaban con los Lego tuve tiempo para deambular por pasillos hasta ahora desconocidos para mi. Siempre suelo ir con prisas y voy "a tiro hecho": compro y me voy. Pero ayer...tuve tiempo más que de sobra, y así mirando y mirando me sorprendió encontrarme estas paelleras (yo las llamo paelleras, el padre de mis hijos las llama paellas, es una discusión en la que ninguno gana o ganamos los dos porque ya no le damos importancia al tema, tal vez alguien quiera sacarnos de dudas). El caso es que vi colgados dos cacharros para hacer paella. Flipando me quedé al descubrilas y mucho más al ver el precio; por el precio de las mismas (cuestan menos que una sartén) dudo que aguanten el primer golpe de calor.

Otra cosa para la que tuve tiempo más que de sobra es para comprarme un traje de baño. Prenda que iré alternando con otros tantos decrépitos que tengo por casa a los que tengo que ir pensando en jubilar, pero que mi afán por reciclar no me permite retirar hasta que están inservibles y se caen por su propio peso, ya que debo confesar que algunos han dado tan buen resultado que tienen casi la misma edad que mi primogénito y si no se rompen... yo no los tiro. El caso es que mientras estaba en el probador me acordé de este post de Isabel García Zarza, en su blog "mi vida con hijos":Cómo elegir el biquini perfecto  y estuve saltando un rato para evitar salidas de carnes innecesarias, de hecho estuve tentada a meter a algún cachorro en el probador al que coger en brazos o medio lanzar por los aires para que me agarrase tirantes o tirase de la parte inferior de la indumentaria para ver la resistencia de la prenda. Me resistí con lo de involucrar al retoño, no así a saltar y bailar en el probador, no hice volteretas porque el espacio era reducido y no es plan de tentar a la suerte y tener que pedirme una baja laboral ahora que están tan cerca las vacaciones.

 Y como ya os digo que el tiempo nos cundió mucho, a punto estuve de convencer al padre de mis hijos para que participase en un estudio de mercado sobre distintos comestibles que en breve llenarán las estanterías de los establecimientos locales. Estaban haciendo un estudio de mercado, pero por desgracia ayer sólo querían la opinión de "ellos" y mayores de 35, así que perdí una oportunidad de oro para poder hacer un avance en materia gastronómica...otro día será.

Al final nos quedamos sin parque y nos  ganamos un buen chaparrón, ya que al ver que la cosa, lejos de mejorar, empeoraba decidimos coger las bicis y volver a casa.
Nota de la autora: Aquí, cuando graniza dicen "sataa rakeita", que traducido a nuestro idioma sería algo así como que "llueven cohetes" .