La cigarra y la hormiga

 Buenos días una vez más.

Seguimos reciclando, materia prima de momento accesible, aún quedan reservas en la saca del año pasado.

Llevo un par de años preparando los atillos y las bombas de frutos secos y siempre que lo hago me planteo ¿porqué la gente compra y compra y no reutiliza lo que tiene?; cuando ya llevo varias horas haciendo atillos, seleccionando piedras o envolviendo cáscaras, es entonces cuando me vuelvo a acordar de porqué la gente lo compra. Tiempo, paciencia un lugar donde prepararlo, más tiempo, más paciencia y por supuesto la materia prima. 

PLANIFICACIÓN: tener la materia prima supone no haber tirado el papel o cartón al contenedor, supone guardarlo durante toooodo el año, cual hormiguita, para prepararlo en otoño y usarlo en invierno; supone guardar las cáscaras de frutos secos durante toooodo el año  para luego envolverlas en el papel anteriormente citado y por último, en el caso de material para la chimenea, haber ido al monte a recoger piñas y haber guardado las ramitas de tu propia poda o en su defecto, si no tienes árboles, de la de algún vecino (quien agradecido te dará todas las que quieras).

Este año, que parece que ando suelta de tiempo, estoy cribando piedras, así preparo la tierra para el huerto del próximo verano y reutilizo las piedricas para rellenar unos huecos del camino. Es gimnasia de exterior, no me queda otra forma de plantearlo para no sentirme una absurda.