Mensajes que se graban en el cerebro para decirte que si tienes ese teléfono de última generación te sentirás mejor, con esa chaqueta estarás más guapa y con tal o con cual....hasta serás mejor persona.
Si realmente quieres sentirte bien, echa un ojo a los armarios, estanterías y percheros y piensa si realmente necesitas más. Si a pesar de los cientos de cachibaches tu respuesta es afirmativa, no lo compres, hazlo. Es más fácil de lo que parece, y como tienes que invertir tiempo de búsqueda de material y herramientas por casa, planificación y de elaboración....te lo pensarás dos veces.
Reutiliza lo que tienes y tranformalo en lo que necesites.
Aquí dejo algunas de las últimas transformaciones:
Con un pantalón de pana y camisa, ambos desgastados, he hecho un vestidillo.
Con un vestido que ya no tenía tela suficiente para este cuerpo serrano, sin reventar las costuras, puedes hacer una bolsa de la compra.
Con un bote de pepinillos y un trozo de madera, puedes hacer una lámpara. También lo puedes hacer con una laya de conservas.
Con camisas viejas, puedes hacer bolsas para mascarillas.
Y como no, con retales varios, siempre se puede hacer un coletero o mascarilla.
Pero es que, a veces, sólo hace falta abrir lo ojos: y te haces un cuelga mascarillas, que no es más que un palo del campo.
es cierto que no sientes esa sensación PASAJERA de emoción, de alegría y de satisfacción momentánea que te proporciona una compra. Esto es mucho mejor, porque la satisfacción de haberlo hecho con tus manitas, el orgullo y la alegría permanecen. No te voy a engañar, que también hay que echarle paciencia y buen humor, porque no siempre sale a la primera.
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