Mi amiga me regala un jabòn.
Yo, me enamoro.
Hago un azulejo de barro inspirado en las sardinas. Por si se rompe en el horno hago dos.
Y luego lo uno llevò a lo otro
y aquì està la jabonera colgante.
Y copiando la idea de la cocina, de la sardina colgante, he taladrado otra pastilla de jabòn y la he colgado en la ducha.
Cuando se gasten estas dos, taladro mi jabòn casero y a seguir frotando.
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