Costumbres.

Es impresionante ver como toda una ciudad cambia de color, se transforma durante una semana. No sólo es la juerga y la diversión, cambian también las caras de sus gentes, sobre todo porque algunxs locales y residentes salen pespavoridxs para dejar hueco a quien no vive en la ciudad: turistas y curiosxs. 

En las tiendas, la ropa sòlo es de dos colores. ¿Os lo podéis creer?. Da igual que sea una tienda de barrio o el gigante de los textiles, todo es rojo y blanco, todo lo que venden es rojo y blanco. Flipante.

Como diría Henry Ford: usted puede elegir el color de su coche, siempre que sea negro. Adaptado a estos tiempos diria: usted puede elegir como se viste, siempre que sea blanco y rojo.

Y sino, fíjense en los tendederos de las casas.