miércoles, 22 de octubre de 2014

Las sillas voladoras.



















La primera vez que las ví me sentí como si estuviese en el colegio de Harry Potter. Todas las sillas estaban perfectamente colocadas y volaban.
No pude resistirme a estudiar el invento con detenimiento, es muy sencillo como veis en las fotos.
Cuando la manada escolar termina de comer, después de recoger el plato, cubiertos y vaso, deben volver a sus sitios y colocar la silla correctamente, tienen un montón de carteles como este en las paredes del comedor.
No descarto que sea una de las siguientes "manualidades" del padre de mis hijos. Porque no sé lo que pasará en el resto de cocinas del mundo, pero la de mi casa, tiene la mala costumbre de hacer migas constantemente. Da igual que barramos después de desayunar, comer, merendar o cenar, siempre hay migas, migas suficientes como para alimentar a un zoo y este invento facilita bastante la tarea.







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