viernes, 17 de octubre de 2014

Cual sería mi sorpresa el pasado lunes, cuando al ir a devolver unas pelis de los pollos, nos encontramos con este cartel en la puerta de la entrada de la biblioteca.

Con el reflejo del cristal no sé si se aprecia la foto: es una mujer muy peripuesta leyendo un libro de una manera muy "casual".
El caso es que mañana de 13 a 13.30 los cachorros no pueden ir a la biblioteca.
Es sólo para adultos, a quienes dan la bienvenida.
Cada cual que haga sus propias conjeturas.
Porque aquí el padre de las criaturas y la que suscribe no nos ponemos de acuerdo.



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