sábado, 5 de julio de 2014

FRITOS

Los pollos me llevan al parque para cansarme. Je, je, siempre pensé que era al contrario, que era yo "la loca de los parques", obsesionada porque tanto propios como ajenos jueguen "al aire y al Sol" el máximo tiempo posible, claro que "de casta le viene al galgo", porque hasta donde me llega la memoria....es lo mismo que hicieron con mis hermanas, hermanos y conmigo.
Llevamos casi dos semanas de vacaciones y menos ir a la playa (dicen que estamos en el verano.fi más frío de los últimos 20 años), hemos hecho todo tipo de deportes: palas de playa, badminton, volley, fútbol y hockey, bici, patinete (aun no hemos sacado los patines de ruedas), pero lo que realmente me mata es "el pilla pilla zombie", en el que por supuesto la zombi soy yo.
Tanto subir y bajar es lo que me ha llevado a sospechar que mis agujetas y dolor de tó  no es más que una estrategia de mis  hijos para ponerme en forma, para que baje esos gramillos de más (en realidad kilos) que he he ido acumulando durante los meses de invierno. Creo que se han compinchao con las calorías -que siguen empeñadas en encoger mi ropa cada noche-; y los cachorros...al ver la falta de movilidad de su madre, por la presión ejercida por esos vaqueros que se niega a reciclar, han decidido ser mis entrenadores personales. Lo están consiguiendo y acaban agotados ellos y agotada yo.
Nos estamos echando las mejores siestas de los últimos años, caemos fritos, y eso que el primogénito hacia tiempo que había perdido esta costumbre y yo no he dormido siesta ni durante los embarazos (me despierto enfadada con el mundo, corrijo: despertaba).  

Nota de la autora: gracias Susana por el libro que nos pasaste hace casi un año. Gracias a tí alternamos las salidas con las manualidades. Eso sí, como sigamos produciendo a este ritmo (ya llevamos un castillo, una catapulta un cofre para tesoros y hay varios proyectos en mente) voy a tener que pedirte, a la vuelta, una habitación prestada.

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