jueves, 27 de febrero de 2014

Museo del Juguete de Helsinki

También conocido como "la ciudad de los niños", ("lasten kaupunki"), el museo del juguete es un buen lugar para pasar un rato divertido con los cachorros; gusta a grades y pequeños, porque tiene juguetes para todas las edades.
En la calle Aleksaterinkatu, 16/18.
La entrada es gratuita todos los días.
Abierto de Martes a Viernes de 13.00 a 17.00// Sábados y Domingos de 11.00 a 17.00.
Nada más entrar te encuentras con la recepción/tienda, avanzas un poco y dejas los abrigos y zapatos; si quieres pasar "con las botas puestas" te pones los patucos de plástico como si fueses a entrar al quirófano y no pasa nada.
La primera sala tiene un barco de madera con saquitos de tela para que los y las niñas se sientan como piratas, comerciantes o lo que se les pase por la cabeza; también hay un caballo que tira de una carreta y un par de casitas muy monas: en la primera hay una peluquería y en la segunda una zapatería antigua donde grandes y no tan grandes pueden sentirse como los y las zapateras de antaño.

La segunda habitación es una tienda de ultramarinos, a la derecha se encuentran las telas y los accesorios para la casa, a la izquierda alimentos varios (patatas, panes, huevos y pescados), se puede toquetear todo y jugar y jugar y jugar todo lo que se quiera.

En la tercera estancia: hay un teatro, tambien jugable, que al tener el cuarto de disfraces a dos pasos hace que se puedan sentir protagonistas de su propio cuento..ya que la

cuarta habitación es el cuarto de disfraces.

Quinta estancia: es un lugar para hacer caretas y manualidades. Creo que este mismo espacio está pensado para dar de comer a los cachorros si se tercia.
En el segundo piso podemos encontrar dos habitaciones que representan la cocina y el cuarto de estar de "la abuela finlandesa", supongo que cuando los locales llegan aquí les entra la nostalgia, al ver los distintos envases de comida de la infancia, las bandejas de moda, la decoración en general; tienen hasta a una mujer sentada y haciendo punto.
Hay vitrinas varias con juguetes de hojalata, casitas de muñecas: algunas expuestas y otras tantas para jugar, jugar, jugar, tocar y seguir jugando.
Una representación de como eran los colegios a mediados del siglo pasado, con los pupitres, los babis, los mapas y los libros.... es un viaje a un pasado cercano, en el que las abuelas disfrutan de lo lindo.
No es un museo a lo bestia, pero es justo lo que a los cachorros les gusta, un lugar en el que poder jugar con cosas diferentes y que nos hace recordar... que aunque la tecnología esté por todas partes.... dales unas cajas de cartón y objetos varios de la ferretería del barrio y tienes la diversión asegurada, sin tabletas, nintendos ni teléfonos móviles.

Como dice mi padre "no hay nada más fácil que llenar que las manos de un niño/a"

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