domingo, 20 de octubre de 2013

Esperula

Así llamaba mi abuelo a las primeras nevadas. Y mi padre a las primeras nevadas después del verano.
Yo diría que es el rocío, un poco más espeso de lo habitual.
Hoy los pollos han amanecido a las 7.00 a.m, como viene siendo habitual desde hace años, así que... después de desayunar y trastear un rato, hemos sacado las bicis y salido a pedalear por el campo. Hemos ido por el camino de los ciervos, pero gracias a los astros no nos hemos encontrado ninguno (le llamamos así porque el padre de mis hijos ha visto un par de ellos por la zona).
A pesar de que eran las 9.20 de la mañana nos hemos encontrado con más caminantes de lo habitual. Siempre en parejas, como los donuts. Y allí estábamos nosotros para perturbar su calma, jajaja, el medianillo tocando el timbre sin parar, el pequeño cantando como de costumbre y el primogénito.... no recuerdo lo que iba haciendo el primogénito.El caso es que así.... no hay manera de escuchar si tenemos que apartarnos para dejar paso al resto de viandantes o ciclistas varios....
Al llegar a casa, nada mejor que un buen aperitivito con aceitunas y fuet para recuperar fuerzas y unas lentejas con jamón y chorizo.
A pesar de las bajas temperaturas, aún hay optimistas que piensan que se les va a secar la ropa durante la noche. jejeje.





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