viernes, 9 de agosto de 2013

Lauttasaari beach

El pasado sábado, casi recién aterrizados, A, S y familia, después de deleitarnos con los famosos tallarines Alberto ´s, nos llevaron a la playa de Lauttasaari.
Allí las fierecillas corretearon a sus anchas, había un barco pitara de madera, muy divertido para "la gente menuda", que trepaban, saltaban y correteaban entre las escaleras, puentes, toboganes y barras de bombero. Con y sin zapatos. Es una atracción a prueba de infartos, sobre todo el otro día, que parece que llegamos en hora punta y allí sólo se veían pies y se oían gritos. Faltaba el polvo de los dibujos animados...
El agua estaba templadilla; no cubría; la arena era más gruesa de lo que estamos acostumbrados y al mezclarse con el agua daba un aspecto más fangoso. Estaba limpia y sin tropezones; los cachorros estuvieron chapoteando, fue algo improvisado, así que... se bañaron en calzoncillos y volvieron a casa "en plan comando", bien fresquitos y sonrientes. Agua, arena y otros niños que hablen el mismo idioma, siempre es una buena mezcla para pasar una tarde divertida.
De camino a casa, en la parada de autobús, conocimos a un curioso personaje, lugareño. Chapurreaba nuestro idioma e intentó hablar con los niños. Estaba a nuestro lado en el autobús, y durante el trayecto, le contó a nuestro guía y cocinero, que se iba a Noruega a pescar salmón. Llevaba su mochila, su red de pesca... parecía bien equipado. Si alguien se anima con la pesca... ahora es la temporada.
También hemos chapoteado en las playas de Seurassari, esta vez más preparados, llevábamos hasta toalla. Eso le quita algo de encanto a la aventura, jeje.
Hoy no iremos a la playa. Ha amanecido nublaete, no llueve pero tenemos un 88% de humedad. Hace calor pringoso. Nos limitaremos a rebozarnos en el arenero del parque. y pasar con las bicis por encima de los charcos.

Nota de la autora: me encantó la ensalada de arroz con pasas y piñones, estaba de muerte.

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