viernes, 17 de mayo de 2013

Oficina de empleo, II

Ayer fui citada nuevamente en la Oficina de Empleo.
Una vez hecha la prueba de nivel de idioma, se suponía que me iban a hablar del curso de finés, fechas de inicio, duración, derechos y obligaciones.... nada más lejos de la realidad. 
Como la orientadora que me atendió no era la misma, la primera media hora de la entrevista la dedicamos a la presentación de mi vida laboral y resto de formalidades. Ya se lo había contado todo a su compañera, presentado los títulos (apostillados y traducidos) y el Cv (en inglés y alemán), pero... tuve que repetirlo todo otra vez.
Me volvió a contar lo de que como inmigrante, inscrita en la oficina, tengo derecho a un plan de integración que puede durar un máximo de tres años, durante ese tiempo puedo acudir a la oficina de empleo (previa petición de cita) y solicitar tanto orientación como formación.
Las dos coincidimos en que la primera parte de mi "plan de integración" debe ser el idioma, pero.. según me dijo... lamentablemente los cursos de idiomas tienen una laaaaarga lista de espera así que... me habló de dos posibilidades de formación, o los facilitados por ellos, o que me busque uno privado por mi cuenta (¡qué listos!), eso sí, si me busco uno por mi cuenta, antes de iniciarlo debo pedir cita con ella para que lo apruebe, debe asegurarse de que cumple los criterios de calidad (debe ser mínimo de 5 horas diarias durante los cinco días de la semana). 
Me recomendó ir homologando los títulos y eso fue todo. No pierdo la esperanza.
Menos mal que había pedido una interprete, que casualmente era la misma chica que me sirvió también de interprete en una reunión que tuve con el departamento de inmigración del ayuntamiento hace un par de meses.
Salí de allí con la cabeza como un bombo, y sin curso, snif, y algo decepcionada, sobre todo después de toda la logística que había tenido que organizar para llegar hasta allí. Un día normal, habríamos recogido al mayor del cole, habríamos ido a casa, los dos pequeños y yo habríamos comido y habríamos cambiado la siesta habitual por un paseo en autobús, puerta a puerta, hasta la oficina de empleo. Pero.... como las cosas nunca salen como las planeas.... ayer.. era el tercer día consecutivo de una huelga indefinida de la compañía de autobuses VEOLIA, así que variamos bastante nuestro "plan de actuación".
Los dos pollos comieron una hora antes de lo habitual, a las 11.00 se estaban tomando tan panchos una sopita de fideos..., preparamos la mochila de las meriendas como si nos fuésemos para varios días (fruta, bocata, galletas y agua), recogimos al mayor y subimos los cuatro al tren; tuvimos que hacer transbordo a mitad de camino y lo que en bus directo habría supuesto 20 minutos se tradujo en casi 50 de tren. Una vez allí hicimos tiempo hasta que llegase el padre de las criaturas -que también tuvo que montar su historia para salir durante casi 90 minutos- , se quedó con ellos en un parque cercano (el tiempo que duraba mi entrevista), picnic para merendar y luego vuelta a casa, jajaja, lo que pasa es que esta vez.. en lugar de dos trenes tuvimos que coger tres porque me confundí de camino, jajaja y cuando se enteraron los niños... su respuesta fue de alegría, ¡BIEN!, ¡¡dos trenes antes y tres ahora!!! 5 trenes en un día!!, se portaron como unos benditos, pobres míos, si es que son unos todoterreno, en días como ayer me los comería a besos, sobre todo cuando están dormidos.
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Prueba de Nivel Oficina de Empleo. Vantaa.
oficina de empleo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La recesión...

Ana dijo...

Bueno... entiendo que fuera frustrante tener que contarlo todo otra vez, y luego lo de la huelga,... en fin... es casi como sentirse en España, no? que en la OE no te hagan mucho caso, que te manden de un sitio a otro, huelgas de transportes,... pues eso: España!!

Y tus hijos... si... tienen sus momentos ;)

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