sábado, 19 de enero de 2013

Caminando hacia Myyrmäki

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Como os acabo de contar, no es ningún lugar exóico, pero se agradece encontrar un sitio calentito en el que poder refugiarse del frío, después de más de 90 minutos andando con tres niños croqueta, aspirantes a astronautas. Objetivo conseguido. 

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